Un estudio realizado por Greenpeace a las prendas de SHEIN demostró que la compañía china incumple la norma medioambiental de la Unión Europea (UE) sobre sustancias químicas.
De acuerdo con el informe “Los trapos sucios de Shein”, Greenpeace adquirió 47 productos de la gigante asiática para realizarles distintas pruebas, dando como resultado altos niveles de químicos peligrosos para la salud y el medio ambiente.
Del total de los productos analizados, cinco superaron los límites por más del 100 por ciento de los niveles permitidos por la UE; 15 presentaron sustancias en puntos preocupantes, y otras ocho excedían el máximo de sustancias tóxicas reglamentarias.
Greenpeace reconoció que el 32 por ciento de las prendas analizadas tenía niveles de sustancias tóxicas aceptados por la UE, pero alertó que se encontraban en “proporciones ya preocupantes”.
El informe de la Organización No Gubernamental (ONG) especifica que adquirió los productos a SHEIN a través de sus plataformas digitales en países como Austria, Alemania, Italia, España y Suiza; así como algunas prendas que compraron en una tienda física de Múnich, Alemania.
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“Se trata de una actitud negligente de SHEIN sobre los riesgos ambientales y a la salud de los humanos asociada con el uso de sustancias químicas peligrosas cuando estos entran en guerra con su propio beneficio económico”, escribió la ONG en su informe.
Las prendas y el calzado de mujer, así como la ropa para niños y bebés, resultaron ser las más contaminadas, según los datos arrojados por el estudio.
Además de poner en peligro a los consumidores, Greenpeace acusa a SHEIN de arriesgar la vida de los trabajadores, además de pertenecer a la industria fast fashion, “culpable del 10 por ciento de las emisiones mundiales y del 20 por ciento de la contaminación del agua en el mundo”.
No solo se trata de la explotación laboral y contaminación de los ríos con las fábricas que producen toda la ropa de una temporada en solo tres días – añade Greenpeace –, también son dependientes de una gran cantidad de fibras sintéticas como el poliéster o el nylon, cuyo origen es el petróleo. EJ
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