Ante la alta inflación, que las mercancías y alimentos que han subido más de lo esperado y que se prevé que en los próximos meses se alcancen nuevos máximos de 21 años en el incremento de precios, el Presidente Andrés Manuel López Obrador prepara un nuevo paquete para contenerlos.
El mandatario mexicano dijo haber sostenido una reunión con Luz María de la Mora, subsecretaria de Economía, y que se analizaron varios puntos, pero el que se mantiene firme es que continuará el plan para mantener los precios de los combustibles automotrices y la electricidad por debajo de la inflación.
“La instrucción es mantener la política energética de no aumentar el precio de las gasolinas, del Diesel, de la luz, porque el impacto de inflación de energéticos en México es lo más bajo que hay en el mundo”, aseguró López Obrador.
Entre las medidas destaca la revisión de los aumentos de productos que no son de la canasta básica pero que “están aumentando más de lo previsto, como el caso de la cebolla, o la papa, así como una revisión de los alimentos de la canasta básica, y para ello se hablará con productores y distribuidores para que continúen apoyando para contener los precios”, dijo.
El presidente no descarta quitar aranceles en alimentos que se puedan importar y que tengan aumentos considerables y que afecten en la medición de la inflación. Asimismo, aseguró que tiene un plan para mantener las tarifas del transporte de mercancías e incluso bajarlas, pero no dio detalles, por lo que quedó en el aire cuáles sectores serán los beneficiados.
También adelantó que Tatiana Clouthier ya debe estar tomando nota sobre estas medidas arancelarias que deben alinearse no solo a una orden presidencial, sino a los estatutos del T-MEC. El Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) que contiene 24 productos y que se acordó con productores mantener precios estables, no ha logrado contener las alzas.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer la inflación de la primera quincena de julio, la cual alcanzó 8.16% anual, siendo la medición más alta desde enero de 2001, y los principales factores que la llevaron en esta ocasión se presentaron en los alimentos y mercancías que tuvieron incrementos de 11.95 y 9.99%, respectivamente.
Asimismo, los productos agropecuarios aumentaron 16.76%, y aunque las medidas gubernamentales han contenido a los energéticos, no han impedido que productos de primera necesidad continúen encareciéndose. El consenso de analistas del sector privado prevé que la inflación este año alcance 7.68%; sin embargo, no descartan que pueda alcanzar 8.4% anual.
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