Gobierno, demagogo y cómplice de violencia: Episcopado Mexicano
El secretario general dela Conferencia del Episcopado Mexicano reiteró su rechazo a la inacción por parte de las autoridades ante la ola de violencia
Tras el asesinato de dos sacerdotes jesuitas ocurrido en la Sierra Tarahumara de Chihuahua los representantes de la Iglesia Católica en nuestro país volvieron a levantar la voz. Autoridades religiosas no se limitaron a condenar el hecho, criticaron la postura del gobierno federal y le exhortaron a actuar.
Monseñor Ramón Castro, Obispo de Cuernavaca y secretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), cuestionó a las autoridades por la estrategia de seguridad. La frase “abrazos, no balazos”, esgrimida por el presidente Andrés Manuel López Obrador antes de llegar a la presidencia, pero mantenida como un tipo de estandarte para hacer frente a la violencia, fue condenada por el religioso.
Advirtió que la postura del gobierno federal recae en la demagogia y apuntó que, hasta “cierto punto”, se es cómplice de lo que ocurre. Al respecto, añadió que las estadísticas reflejan la creciente inseguridad que se vive, por lo que pidió evitar el conformismo y despertar, lo cual, dijo, sucederá tarde o temprano.
Monseñor Ramón Castro hizo referencia a Ricardo Monreal Ávila, líder de Morena y presidente de la Junta de Coordinación política (Jucopo) del Senado, quien durante las últimas semanas ha sido incisivo en la necesidad de revisar y cambiar la estrategia de seguridad federal.
LEE TAMBIÉN: La Portada | Estado fallido, ganaron los “balazos”
En este sentido, externó que las autoridades no deben evadir su deber en el combate a la violencia. Fue enfático al aseverar que se tienen el poder y el uso de la fuerza para cumplir con dicha responsabilidad.
Tras el asesinato de los sacerdotes jesuitas, ocurrido el pasado 20 de junio en la iglesia de Urique, el representante de la CEM criticó el avance que ha tenido la violencia en el país. Advirtió que actualmente la persona humana se ha desfigurado y la cultura de la paz está siendo destruida.
En la misma sintonía se pronunciaron más integrantes de la Iglesia, incluso, el propio Papa Francisco, su máximo representante, lamentó el doble crimen y destacó la alta presencia de los homicidios en nuestro país.
Los señalamientos tras estos asesinatos se dieron días antes de que el presidente López Obrador aceptara que en lo que va de su administración ya se rebasó la cifra total de homicidios que se registró en el sexenio de Felipe Calderón. No obstante, el Ejecutivo se mantiene en su posición de seguir por el mismo camino en su forma de enfrentar la inseguridad. GA
ES DE INTERÉS |