La Procuraduría General de la República (PGR) negó que existieran actos de tortura contra los detenidos dentro de la investigación del Caso Iguala. Esa fue la respuesta que entregó la Misión Permanente de México en Ginebra a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) sobre las observaciones del gobierno de México del contenido del Informe “Doble injusticia: Informe sobre Violaciones de Derechos Humanos en la Investigación del Caso Ayotzinapa”, presentado en marzo por el representante en México de la ONU-DH, Jan Jarab.
Como se destaca en el documento de observaciones, después de haber realizado los dictámenes periciales en el marco del manual de investigación conocido como el Protocolo de Estambul, que aporta los estándares y parámetros mínimos mediante los cuales puede comprobarse la existencia de tortura, los resultados a la fecha no sustentan fehacientemente la comisión de tales actos”, señala el texto.
Para Jarab el Poder Judicial de México debe excluir del expediente las pruebas obtenidas bajo tortura en las indagatorias por la desaparición de 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa. En el documento de observaciones, la PGR enfatizó que después de haber aplicado el Protocolo de Estambul, que aporta los estándares y parámetros mínimos mediante los cuales puede comprobarse la existencia de tortura, los resultados a la fecha no sustentan fehacientemente la comisión de tales actos, como acusó Jarab en su informe. Indicó que los referidos asuntos se encuentran aún bajo investigación y consideración judicial, “por lo que las conclusiones de su informe resultaron prematuras y podrían afectar el resultado de las mismas”. RB