La Tarifa Única Aeroportuaria del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México subió 7% tanto para vuelos internacionales como nacionales, con lo que se conserva en el top de los aeropuertos más caros del mundo, por arriba de lo que cobran a los pasajeros en Frankfurt (Alemania), Charles de Gaulle (Francia), Barajas (España) o Narita (Japón)… pero será a cambio de nada pues lo recaudado por de los viajeros será para pagar intereses y parte del principal de los Bonos Mexcat emitidos para desarrollar el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el fenecido NAIM cancelado por instrucción de Andrés Manuel López Obrador como un golpe de mesa que definió toda su administración.
El dinero que pagarán en 2023 los viajeros nacionales e internacionales, estimado muy conservadoramente en 44 millones de personas por el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, sumará mil 586.6 millones de dólares, unos casi 32 mil millones de pesos si el tipo de cambio del peso mantiene su estabilidad.
Esa recaudación será para cubrir parte de los 4 mil 200 millones de dólares y sus intereses que se adeudan por el abortado proyecto en Texcoco, una deuda que en total fue de 6 mil millones de dólares y documentada como Bonos MexCat con una tasa anual revolvente de 3% anual en dólares a 20 años.
Lo que en 2023 se pagará de TUA para cubrir la deuda MexCAT resulta equivalente -en sólo año- al 35% de lo invertido en construir el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles conforme al Instituto Nacional de Transparencia que preside Blanca Lilia Ibarra.
Si se considera que faltan 16 años para terminar de pagar los Bonos MexCat, el principal y sus intereses habrán costado lo equivalente a financiar 5.5 veces el AIFA… o el haber construido 1.2 veces el aeropuerto en Texcoco. Aunque vale precisar que diseño en su modelo de negocios, el NAIM habría sustituido de inmediato al viejo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y por lo tanto haber pagado en sólo 4 años su deuda usando el TUA pagado por los pasajeros, y sin considerar los ingresos comerciales por arrendamiento de espacios comerciales y de servicios.
Esto resulta de que los bonos MexCat, dada la ecuación de interés compuesto, se convierten en poco menos de 232 mil millones de pesos a valor presente de acuerdo a la penúltima valuación hecha por la Auditoría Superior de la Federación en febrero del 2021… antes de que el auditor en jefe, David Colmenares, se echara para atrás, temeroso de las quejas con que López Obrador tildara de exagerada a la auditoría.
¿Y no se iba a prepagar?
A finales de 2022 corrió la versión de que, dada un remanente de ingresos, el gobierno federal recompraría la totalidad o una parte sustancial de los 4,200 millones de dólares y así bajar la presión sobre las fianzas públicas, pero también sobre las finanzas del AICM, ahora bajo la gestión de la Marina Armada de México a cargo del almirante Rafael Ojeda: el aeropuerto capitalino no debe un peso, pero la totalidad de sus ingresos por pasajeros se pagan en deuda y le quedan como ganancias mensual sólo 200 mil pesos tras descontar de los ingresos comerciales todos los gastos de operación.
Pero no, por alguna razón, el subsecretario de Egresos Juan Pablo De Botton, decidió mejor aplazar 4 años el pago de 4 mil millones de dólares que vencían entre 2023 y 2024 y dejar para después los Bonos MexCat.
A ese paso, el caldo saldrá más caro, mucho más caro, que dos aeropuertos.