El pleno Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) le perdonó una megamulta de 20 mil millones de pesos a Teléfonos de México, derivada de que incumplió en 2017 la obligación de poner a disposición de ese instituto y de sus competidores 60 % de la información relativa a su infraestructura de postes y pozos a fin de darle acceso de última milla a otras compañías de telecomunicaciones para cumplir las disposiciones de regulación asimétrica. Con ese perdón, la compañía de Carlos Slim obtiene camino libre para una de sus grandes metas: la modificación del título de concesión para prestar servicios de televisión restringida a sus más de 17 millones de suscriptores. Pero el objetivo estratégico es otro.
El objetivo central es consolidar y ampliar su dominio sobre el mercado de internet, donde actualmente tiene más de 40 % de participación en la distribución en redes fijas y cerca de 60 % a través de la red móvil de Telcel, dirigida por Daniel Hajj, por lo que América Móvil -—el consorcio que agrupa a Telmex y Telcel— es el agente preponderante en el mercado de Internet de banda ancha fijo y móvil con casi 58 % de participación en el mercado nacional.
La búsqueda de entrar al mercado de televisión restringida es importante en términos más de orgullo y prestigio corporativo para Carlos Slim Helú y su hijo Carlos Slim Domit; “limpiar el expediente” regulatorio como una compañía que cumple con las leyes e iniciar el proceso en tiempo y forma. El IFT, actualmente encabezado interinamente por Javier Juárez Mojica, tras recibir la solicitud de cambio de título de concesión por parte de Telmex procedería a realizar el estudio de competencia en el mercado y verificar si se cumple la regulación asimétrica y que no existan multas o sanciones… y dar la señal de adelante para expandirse sobre su red de 280 mil kilómetros de fibra óptica.
Más rentable Internet que Cable
El mercado de televisión restringida o cable ha perdido terreno rápidamente en prácticamente todo el mundo, al mismo tiempo que la difusión a través de internet avanza de manera exponencial. A raíz de la pandemia de Covid-19 y los efectos de la inflación, en México dejaron el servicio de cable cerca de 2.1 millones de clientes, y su clientela se ubica en no más de siete millones de suscriptores. Para los operadores de la televisión restringida los márgenes rondan a los 2 % de acuerdo a diversas estimaciones, debido al alto costo que implica la compra de contenidos a casas concentradoras como Time-Warner, HBO, AT&T, Sony o Discovery Chanel y los bajos precios que se tienen que ofertar a los suscriptores.
En tanto la rentabilidad de la transmisión de contenidos por internet puede rondar entre 80 % y 90 % debido a las plataformas Over The Top (OTT) que “paquetean” contenidos y se difunden mediante redes fijas y móviles de internet como servicios streaming accesibles en cualquier momento que desee el usuario. Es el caso de Netflix, Disney+, ViX, Amazon-Prime, Start o Paramount+, Apple TV, todas ellas con mucho más clientela que la televisión por cable. Conforme a The Competitive Intelligence Unit que conduce Ernesto Piedras, esas plataformas tienen más de 12 millones de suscriptores y sus aplicaciones son utilizadas por 51 millones de personas.
Y precisamente, como los OTT circulan por redes fijas de fibra óptica, el objetivo estratégico de América Móvil es mantener y expandir el dominio en su plataforma de Claro Video (en otros países de América Latina se llama Claro TV) y así rivalizar con ventaja sobre sus competidores en México y América Latina como son Izzi, Televisa Univisión, Total Play y Megacable. El operador dominante quiere más… y la autoridad parece dispuesta a otorgárselo.