El documento de discusión para la asamblea de militantes del partido Movimiento de Regeneración Nacional parece haber sido preparado en una asamblea estudiantil de los años 70´s ya con varios churros y caguamas encima, con las mismas alusiones al imperialismo y al colonialismo (ahora con el mote de neoliberalismo) y su repulsa a los grandes capitales y medios de comunicación pero ahora incluyendo a los medios digitales y redes sociales como para meterle a los mismísimos Elon Musk y a Mark Zuckerberg.
Como pasón ideológico, el documento resulta de un divertimento vintage que podría incluir un LP con La Internacional y los himnos del Frente Sandinista; pero como documento de un partido en el gobierno y que aspira fuertemente a tener continuidad los próximos 7 años, puede quitarle el sueño a mas de uno… empezando por el secretario de hacienda, Rogelio Ramírez de la O, pues las bases y núcleo duro del partido que detenta el gobierno para el que trabaja propone, entre otras linduras, suprimir los pagos de la deuda externa cuando la calificación del riesgo crediticio del país está muy cerquita de pasar a la tercera división de los bonos basura.
Imaginemos a Mario Delgado, Citlali Hernández y a Abel Barajas y todos los moneros de la Jornada, junto con mentes preclaras como Marx Arriaga, Leticia Ramírez y Paco Ignacio Taibo discutiendo el 2 de diciembre próximo los lineamientos que deberá seguir el nuevo gobierno en un auditorio universitario (¿el Che Guevara?) a media luz mientras entre el respetable público algunos asistentes le queman durísimo las patas al diablo.
Bueno, uno de los argumentos más socorridos de los fanáticos del lopezobradorismo para apuntar contra el malévolo neoliberalismo y su saqueo, es el Fondo de Protección al Ahorro Bancario Fobaproa. Lo curioso es que ni en 5 años de gobierno, aún con mayoría calificada y luego mayoría simple, ni a ni a que presiden la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública (ambos morenista de hueso colorado) se les ocurrió siquiera sugerir renegociar el pago de los bonos de deuda pública con que en el gobierno de Ernesto Zedillo se apalancó el rescate de los depósitos bancarios. Sin embargo, para las huestes guindas, la propuesta de política financiera a seguir es legislar para su condonación… o sea no pagarla, incluyendo los Proyectos de Inversión de Infraestructura Productiva con Registro Diferido en el Gasto Público (Pidiriegas) ni los bonos de financiamiento carretero, bajo la total ignorancia que de cumplir esa meta, sencillamente la Comisión Federal de Electricidad -ahora a cargo del siempre izquierdista Manuel Bartlett- y el Fondo Nacional de Infraestructura (encargado de solventar la patriótica pero carísima compra de la mitad de los activos de Iberdrola en México), tronarían cual chinampina al cerrarse una de las fuentes mas importantes a las que han recurrido para costear sus proyectos.
Y bueno, como de regalar dinero ajeno se trata ya en el viaje sicodélico de la Cuarta Transformación, hay que dar créditos baratos (o sea que la inflación, los niveles de riesgo y las tasas de interés, y el presupuesto federal se pueden ir al diablo junto con otras instituciones) a través del Banco del Bienestar que en su primera etapa perdió unos 23 mil millones de pesos aún antes entrar a funcionar… el mismo que quedó fuera del envío de remesas de los paisanos bajo sospechas de las autoridades estadounidenses de ser un vehículo de lavado de dinero y que, hasta ahora, posee el poco honroso lugar preponderante de asalto a sucursales del sistema financiero.
¡Que se jodan los ricos y el ejército!
A la justicia proletaria, el documento en cuestión plantea hacer la vida insoportable a esos malditos chupasangre explotadores que viven a costa de la sangre y sudor del pueblo bueno. Pero, ojo, eso sí, que papá gobierno que utilice el sistema tributario para succionar recursos y luego repartir a manos llenar: impuestos a las grandes herencias, a las ganancias de empresas monopólicas (a Carlos Slim, eso no le ha de hacer mucha gracia, con todo y su cercanía con Andrés Manuel López Obrador) y a las grandes fortunas… cosa que tampoco ha de gustar a Slim, ni tampoco a los jefes regiomontanos de Francisco “El Suavecito” Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial y que han sido condescendientes a cambio de ser proveedores de obras insignia, como Julio Cesar Villarreal de Villacero.
Quién sabe qué pasará con la nacionalidad de las fortunas de los empresarios ligados al gobierno popular si Claudia Sheinbaum, Adán Augusto o Marcelo Ebrard se comprometen a seguir el instructivo de Morena para armar su lego revolucionario entre 2024-2030.
Y bueno, siendo uno de los objetivos primarios de la nueva etapa de Morena (por que en la primera no más no se pudo en lo que se le dieron negocios al Ejército y a la Marina para tener aplacadas a las fuerzas armadas), el documento base propone desmilitarizar la seguridad pública y retirar poquito a poquito al ejército de las calles, claro, dicho esto con cuidadito y sin hacer mucho ruido.
¿Quién rola la otra caguama?
@mfloresarellano
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