Esta semana el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar inició la licitación en Compranet para la compra consolidada de la ropa médica desechable y material de curación para hospitales y clínicas públicas con un valor estimado de mil millones de pesos… y como se adelantó en este espacio, surgieron signos de manipulación en las ofertas económicas que buscarían “acomodar los números” a favor de competidores específicos, en este caso a dos empresas ligadas a Comercializador Brever de Adán López Vallejo.
Como se publicó aquí el martes pasado, el empresario en cuestión primeramente visitó a diversas empresas que elaboran dichos materiales para ofrecerles “su ayuda” para que sus ofertas colocadas en Compranet fueran las ganadoras a cambio de aportar 15% del valor del contrato; pero luego cambió de opinión y aseguró que, con “respaldo de gobernación”, Comercializadora Brever ganaría las 13 partidas de la licitación y que ya después subcontrataría a quienes le maquilaran las prendas.
La novedad es que hoy existen indicios claros de López Vallejo se habría decantado por la de “ayudar” vía Compranet a los que se presenten al concurso organizado por el instituto a cargo de Juan Ferrer: las ofertas presentadas por dos empresas cubiertas por Brever, Surtidor Comercial e Industrial y Termofusionados Médicos del Bajío subieron a Compranet sus ofertas escaneadas donde los conceptos y precios son ilegibles.
Por puro procedimiento técnico, ese tipo de escaneos no deberían registrarse, pues hacerlo abre la oportunidad de “hacer correcciones” frente a las ofertas de otros competidores. Las imágenes aquí presentadas muestran que las ofertas de ambas firmas no pueden ser leídas.
También hay registros digitales de que las ofertas de ambas empresas se subieron a la plataforma con direcciones IP ubicadas en la zona de Nezahualcóyotl y Texcoco, en el estado de México.
Queda la duda sí la oficial mayor Thalía Lagunas, así como el secretario de la Función Pública, Roberto Salcedo, tomarán cartas en el asunto o dejarán que las cosas sigan su curso.
Compranet, Procura y el “asesor incómodo” de Banxico
La plataforma de compras públicas mexicana no es ni mexicana ni del gobierno. A finales de 2020, luego de un trabajo coordinado entre el gobierno de Corea del Sur, a cargo de Moon Jae-in, y el equipo de Andrés Manuel López Obrador, concluyeron un estudio que expuso las debilidades y el carácter no sostenible de Compranet, y se le encomendó lanzar el proyecto Procura México a la entonces subsecretaría de egresos encargada a Victoria Rodríguez Ceja… pero que por alguna razón no ejecutó.
El documento
“2020/21 KSP Policy Consultation ReportMexico Strategies to Contribute to the
Transformation of the Public Procurement System in 2018-2024 for the Mexican Federal Government” fue coordinado por la empresa estatal Korea IT Consulting dirigido por Yi Yun Choi; y refiere lo que la fragilidad de Compranet proviene de que su proveedor original como integrador, la italiana Bravo Solution, en 2010 renovó la plataforma bajo un contrato a perpetuidad pagadero a una tarifa específica pero sin que el gobierno mexicano tuviese acceso a los códigos fuente; además que Bravo Solution mantuvo los derechos exclusivos para uso y distribución del software y el producto. Esta situación se hizo más restrictiva a partir de 2017 cuando Bravo fue adquirido por la española Jagger de Jim Bureau.
Curiosamente Ramírez Ceja (hoy gobernadora de Banxico) delegó el proyecto Procura México a su director de sistemas e informática, Edgar Amador, quién fue secretario capitalino de finanzas en el gobierno de Miguel Ángel Mancera, y que sería asesor en el banco central.
