Habrá quien se pregunte por qué en vez de una historia relacionada con las festividades de la Patria, este columnista cuenta una historia propia del Halloween cuando todavía está en la lumbre la olla de pozole. Pero tal vez un par de tequilas sirvan para agarrar valor para asimilar la forma en que América Móvil logró atenazar el control del Instituto Federal de Telecomunicaciones para retardar o de plano atajar una decena de procedimientos en su contra que podrían costarle cerca de 200 mil millones de pesos en sanciones que la autoridad estaría obligada a efectuar… a no ser qué, por orden superior recibida y bajada por el pleno de comisionados que encabeza Javier Juárez Mojica, se instruyera que “cesara la persecución contra América Móvil”, la compañía que en ese sector es conocida como “Monstruo Come-Galletas”.
Hasta hace algunos meses, Fernanda Arciniega, llamada “La Chucky” como titular de la Unidad de Cumplimiento del IFT, junto a su directora general, Adriana Williams, lograron detener los expedientes de investigación por prácticas violatorias a las reglas asimétricas de competencia cometidas por el “Come-Galletas”, rechazando los procedimientos solicitados por los directores de esa unidad alegando que “la evidencia no ha sido debidamente resguardada”. Pero más aún, las investigaciones emprendidas por el actual Órgano Interno de Control del instituto dan cuenta que “Chucky” habría permitido la destrucción de valiosos archivos en los que se documentarían las violaciones cometidas por el agente económico preponderante.
La manera de atenazar al IFT también procedió, indican las auditorías internas, con la suspensión de otra decena de investigaciones en curso y abandonar la elaboración de los informes trimestrales de cumplimiento de acceso a infraestructura esencial y tarifas de interconexión, desbloqueo de celulares de usuarios que deseen cambiar de compañía y supresión de esquemas tarifarios preferentes para quienes usen la red de Telcel-Telmex.
Y que para ayudar al agente preponderante, Adriana Williams habría “halconeado” el Sistema Electrónico de Gestión —donde AT&T, Telefónica Movistar y otros competidores pueden identificar las condiciones a la infraestructura de América Móvil— para que las empresas de Slim no cometan infracciones y mantengan un “expediente limpio” para que les sea modificado su título de concesión y lograr su ansiada incursión al mercado de televisión restringida y abierta.
Arciniega ganó el mote de “Chucky” por el clima de terror que impuso a sus empleados que se negaran a “detener la persecución” a las empresas de Slim. En julio pasado despidió a tres directores de área de la Dirección de Regulación Asimétrica: Liliana Salgado, Miguel Núñez y Valeria Espinoza. De esta última se cuenta que a penas había salido de las instalaciones en Iztapalapa del IFT, la directora advirtió a los temblorosos trabajadores “y ya saben que le espera a quien no sigan mis instrucciones”.
Instrucciones, que, por ejemplo, incluye aceptar con la cabeza gacha los regaños y reproches de los ejecutivos de Telcel-Telmex que, invitados a las instalaciones del IFT por Arciniega, reclaman las observaciones por incumplimiento de las reglas asimétricas de competencia.
Pero, Arciniega y Williams, por esos desplantes y actos que pueden dar paso a responsabilidades administrativas y penales, están bajo la investigación del Órgano Interno de Control, cuya nueva directora es conocida como Perla Lizeth “Van Helsing” Torres.
Tal vez la cazadora de monstruos logre atajar nuevos embates del Come-Galletas… o tal vez no.
@mfloresarellano
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