Mérida, Yucatán.- La decisión del gobierno federal de cancelar las cuentas oficiales de depósito en efectivo en la banca comercial, además de una necesaria reorganización en los procedimientos administrativos de secretarías de estado y entidades centralizadas y descentralizadas, tiene como objetivo fundamental obtener desde la Tesorería De la Federación, a cargo de Elvira Concheiro, los rendimientos que minuto a minuto general miles de millones de pesos que “sudan” a su favor las instituciones privadas: la razón de ello responde al estrés financiero que padecen las finanzas públicas por el aumento de las tasas de interés de referencia a una velocidad históricamente elevada que implican la exigencia de pagar más de 1.4 billones de pesos por servicio de deuda pública en 2023.
La Secretaría de Hacienda a cargo de Rogelio Ramírez de la O tiene ante sí la presión extrema de pago de intereses de la deuda pública nacional e internacional que pasó en 26 meses de 4% a 11% anual y que podría seguir adelante dadas las presiones inflacionarias presentes en México y el continente americano, pese a que las crisis financieras de diversos bancos comerciales en EU y Europa obligue a los bancos centrales tomar con más calma la política monetaria de encarecer el crédito para contener la demanda y con ello la circulación de dinero.
Entonces, si Hacienda y la Tesorería, en lugar de recibir depósitos en la banca comercial donde el dinero se queda esperando para su retiro de 1 a 4 días (y a veces meses), lo recibe en directo, podría obtener los rendimientos de las operaciones en los mercados de divisas y de dinero que realizan las instituciones agrupadas en la Asociación de Bancos de México que ahora lidera Julio Carranza.
Y así como sucede con los depósitos en ventanilla bancaria, la SHCP busca todas las eficiencias posibles en todas las áreas posibles de la administración pública por que el hecho que el crecimiento del pago de deuda “ahorca” los desembolsos multimillonarios que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se planteó este año en gasto social (1.1 billones de pesos) y obras de infraestructura entre las que destacan sus proyectos emblemáticos (1.2 billones de pesos) como estrategia anticíclica de impulso económico precio a las decisivas elecciones en el Estado de México y Coahuila de 2023 con ruta a las elecciones presidenciales 2024.
Bancos, ni sudan ni se acongojan… por ahora
Los diversos directivos financieros con quién conversó este columnista en el marco de la 86° Convención Bancaria coincidieron en apuntar que la cancelación de cientos, tal vez miles de cuentas antiguas de las instancias del gobierno federal en sus más de 11 mil sucursales comerciales, es una medida necesaria de reordenamiento gubernamental que servirá incluso para atajar prácticas de corrupción. Lo que no está todavía claro es lo que sucederá después, si la Tesofe reactivara cuentas de depósito suficientes para la captación de pagos de servicios e impuestos terminado el mes de marzo.
Debido al estrés presupuestal del gobierno federal es improbable que la SCHP y Tesorería decida anular sus convenios con la banca privada y opte por hacer por hacerlo mediante las contadas sucursales de Banco del Bienestar, que dirige Víctor Manuel Lamoyi: el colapso no sería para el sistema bancario comercial, sino para la cobranza y sistema de pagos gubernamental.
La narrativa de López Obrador y Concheiro para justificar la cancelación de esas cuentas era predecible: banca chupasangre, vividora, parasitaria, agiotista. Nada nuevo. Así, nuevamente, una medida que resulta racional en tiempos aciagos de altas tasas de interés e inflación, fue “adornada” por los epítetos que la 4T acostumbra para generar una polarización con tilde electora.
@mfloresarellano
floresatellanomauricio@gmail.com