Ya son tres años de atasco en el proyecto para conectar por tren el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles con la Terminal de Buena Vista: los ejidatarios de Santiago Teyahualco —municipio de Tultepec— en el estado de México y que representa Joel Rodríguez interpusieron desde 2020 un amparo contra la expropiación a bajo precio de 52 mil metros cuadrados que quiso imponerles la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano de Román Meyer, por lo cual no está liberado el derecho de vía requerido para efectuar el ramal entre la estación Lechería-Cuautitlán con Nextlalpan-AIFA.
Los ejidatarios tienen todo el derecho para exigir el precio comercial existente en la zona (totalmente industrial), precios que rondan los cinco mil metros cuadrados, aunque la autoridad encargada de desarrollar el Tren Suburbano, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes que conduce Jorge Nuño, tiene un tope en valor para solventar expropiación: el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales determinó que no se puede pagar más de dos mil 900 pesos el metro cuadrado en ese lugar.
Desde diciembre pasado, el juicio de amparo está en punto muerto en el 11° Tribunal Colegiado con sede en Naucalpan que difirió a cargo de Marín García Moreno, donde el amparo y los recursos en contra han sido diferidos una y otra vez presuntamente por la falta de pruebas y datos por desahogar.
Ello impide que CAF, la empresa prestadora del servicio del Tren Suburbano que dirige Max Zurita, pueda concretar la pronta puesta en marcha de un sistema de transporte programado para finales de 2023.
Inversión de 25,800 mdp en juego
El proyecto de ese ramal del Tren Suburbano es más que una conexión al AIFA. Se trata de una herramienta de ordenamiento vial y urbano en una de las zonas más empobrecidas del nororiente del Valle de México y donde la conectividad terrestre está fragmentada con servicios de transporte público muy deficientes.
A penas esta semana se instaló una Mesa de Trabajo con los alcaldes de Tultitlán, Tultepec y Tonanitla, la SICT, el gobierno del estado de México y los ejidatarios para buscar la forma realista de solucionar el entuerto con obras inducidas en electricidad, agua, drenaje, repavimentación y reubicación de ductos de materiales peligrosos.
La gobernadora entrante, Delfina Gómez ha mostrado interés en lograr un acuerdo con las partes a partir de las limitaciones presupuestales que tiene la administración estatal y los municipios para reforzar en obra pública la obtención de los terrenos requeridos. El secretario general de gobierno, Horacio Duarte, tiene la delicada y urgente tarea de lograr los acuerdos que permitan transitar al tren en una ruta de 23 kilómetros.
El proyecto del ramal tiene un alto impacto económico y social: se calcula una inversión de 25 mil 800 millones de pesos en obras de infraestructura que contempla tres viaductos ferroviarios (uno de pasajeros confinado y dos de carga), reubicación de vías, nueve pasos vehiculares a desnivel, nueve puentes peatonales, seis estaciones y un patio de maniobras ferroviarias auxiliar a la Terminal Ferroviaria del Valle de México que ya opera en Tultitlán para pre clasificar la carga que viene y va al sur del país.
Si bien ese tramo del Tren Suburbano ofrece la conexión para aquellos capitalinos que deseen, saliendo desde Buenavista, tomar vuelos en el AIFA, su valor social más relevante es que se convierte en un medio de transporte rápido y seguro para los que viven y trabajan en la zona.
Metrobús AIFA-AICM
Un plan que ha empezado a tomar forma y que es relativamente fácil de implementar es el de establecer un sistema de Metrobús que conecte el aeropuerto mexiquense, a cargo del general Isidoro Pastor, con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a cargo del vicealmirante Carlos Velásquez Tiscareño.
Tentativamente se plantea la ruta corriendo desde la Avenida 602 para conectarse con la carretera Peñón-Texcoco y construir una gaza de acceso hacia el Circuito Exterior Mexiquense, lo cual permitiría recorrer en 30 minutos la distancia entre ambos aeropuertos. Ello elevaría las conexiones de vuelos del AIFA y opciones para aquellos que utilizan el AICM. El problema en principio es el despejar espacio suficiente para una estación para ese Metrobús en el aeropuerto capitalino cuyos accesos terrestres están sobresaturados.
Y bueno, un proyecto de mayor alcance, pero no realizable a estas alturas del sexenio, es habilitar los accesos ferroviarios al norte del AICM para construir un tren dedicado, punta a punta, para realizar vuelos de transbordo con rapidez y en un ambiente de contención de riesgos.
Ya será para mejores tiempos… y se verá sí mejor conectividad alienta un mayor número de vuelos y pasajeros en el AIFA.