Como ya es su estilo, la regenta Claudia Sheinbaum minimizó el problema que a mediados del mes pasado literalmente afloró bajo una de sus “obras insignia” en la Ciudad de México: las 16 torres de departamentos en las inmediaciones de Tacubaya denominadas “Ciudad del Bienestar” que sustituyeron el antiguo asentamiento irregular conocido como “La Jacalera”. Filtraciones de agua hacia la zona de cimentación, humedad en paredes, ruptura de drenajes, y finalmente, la formación de oquedades revelaron la existencia de una mina sobre la que se construyó el hogar para 185 familias con una inversión estimada de 110 millones de pesos.
Así como en un principio se minimizó el problema del mantenimiento y conservación del Sistema de Transporte Colectivo Metro (al grado de presumir que los accidentes y fallos era productos de “actos de sabotaje”), Sheinbaum afirmó que no había mayor problema, que la obra está perfectamente construida sobre “más de 20 pilotes” y que el diseño había corrido a cuenta de ingenieros del Instituto Politécnico Nacional.
Sin embargo, en la Secretaría de Obras de la CDMX a cargo de José Antonio Esteva no todos comparten el optimismo de la precandidata presidencial: en junio del 2022, cuando se abrió un socavón sobre una de las calles perimetrales del conjunto habitacional (“Héroes de la Intervención”), la primera recomendación de esa secretaría fue hacer un nuevo relleno de mina —mediante concreto y estructuras de soporte debidamente planeadas, incluida posibles recimentaciones— para evitar lo que vendría más tarde: la pérdida de verticalidad de los edificios, cuando menos uno de ellos, como reconoció Francisco Ortíz, funcionario de esa secretaría durante algunas de las reuniones con los vecinos.
¿Y quién validó Ciudad Bienestar?
Las prisas nunca son buenas consejeras, y menos cuando se edifican viviendas. El encargo de coordinar la construcción fue el Instituto de Vivienda CDMX (INVI) a cargo de Anselmo Peña y con el apoyo del entonces alcalde morenista Víctor Hugo Romo en la demarcación Miguel Hidalgo. Se trató de una de las obras emblemáticas con que Sheinbaum inició su mandato para mostrarse como una gobernante comprometida con las causas populares. Sin embargo, actualmente no se sabe que exista un Manifiesto de Construcción ni una Memoria de Obra que pueda orientar a Quinto Sol, la empresa a la cual se le ha encargado hacer las primeras remediciones.
El actual alcalde de la Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe, emplazó al INVI a que dé a conocer los estudios topográficos, mecánica de suelos, ingeniería y arquitectónicos que validaron la construcción que ahora muestra una importante cantidad de vicios ocultos. Es decir, que la Alcaldía no tiene esa información, cuando por normatividad el INVI debió registrar todos esos procedimientos ante la administración que hasta el 2021 estuvo a cargo de Romo.
¿Qué pasó con esa información? Tal vez sea un secreto, “información reservada” por el gobierno capitalino, pues podría revelarse, por ejemplo, que la empresa contratada para ejecutar la construcción ya habría sido contratada por el gobierno morenista para realizar reconstrucción de edificaciones afectadas por el sismo de 2017 que también habrían resultado deficientes.
La disponibilidad de esa información técnica es fundamental para determinar el alcance de las afectaciones, sí se trata sólo de un asentamiento elástico de las estructuras o algo más serio.
“Al ladrón, al ladrón”
Pero mientras existe opacidad sobre la información técnica en la que se avaló construir sobre una de las tantas minas que existe en la Miguel Hidalgo, los grupos de operación de Morena en esa alcaldía ya hicieron correr el rumor de que el gobierno panista quiere desalojar a los vecinos so pretexto de las afectaciones en Ciudad del Bienestar. No solucionan, pero cómo tiznan, pues. Así que Tabe ha tenido que salir públicamente a desmentir esos rumores y a enfatizar que lo fundamental es garantizar el patrimonio y la seguridad de las familias que habitan el conjunto así como encontrar soluciones definitivas y no sólo cosméticas.
Pero hay muchas interrogantes que todavía se deben despejar sobre este y otros proyectos emblemáticos de la ciudad.