Desde que se instrumentó a gran escala el Fondo Bancario de Protección al Ahorro, una de las principales banderas de la izquierda mexicana fue condenar un financiamiento validado por la mayoría parlamentaria del PRI y PAN en 1995 para hacer la deuda de la banca privada fuera absorbida como deuda pública tras la crisis devaluatoria de diciembre de 1994: un total de 552 mil 300 millones de pesos, más una parte semejante en el Programa de Apoyo a Deudores se canalizó para dar liquidez a la banca comercial (y permitir a los accionistas mexicanos vender a nuevos inversionistas casi todos extranjeros, como el caso de Banamex al Citi o Bancomer al BBVA) y evitar un crisis sistémica.
La medida fue altamente impopular y contribuyó a que el gobierno de Ernesto Zedillo fuera el último de una larga dinastía priista e iniciara la alternancia presidencial con el triunfo de Vicente Fox. Debido a la capitalización de intereses, no obstante los pagos anuales promedio de 40 mil millones de pesos, esa deuda asciende a 938 mil millones de pesos en 2023. Sin embargo, en un gobierno “de izquierda” como el de Andrés Manuel López Obrador, no se ha intentado renegociar esa deuda.
Más aun, en medio de la devastación que padeció Guerrero y 46 municipios del Estado de Guerrero por el huracán Otis, la mayoría del partido Morena encabezado por Ignacio Mier en la Cámara de Diputados, y sus aliados, en vez de buscar reducir el pago de esa deuda para destinarlo a los fondos de rescate y reconstrucción, aumentaron en casi 8 mil 500 millones de pesos los pagos a la deuda de Fobaproa para 2024.
Los integrantes de la corriente El Camino de México (morenistas que son aliados del excanciller Marcelo Ebrard), como Carlos Altamirano y Emmanuel Reyes, han criticado que sus correligionarios y aliados hayan aumentado de 54 mil millones asignados en 2023 a 62 mil 489 millones de pesos los pagos para 2024 y que, de paso, se tenga un subejercicio en el año en curso por otros 9 mil 300 millones de pesos… y que no se hayan atrevido a establecer un fondo específico para dar viabilidad y futuro a una región habitada por 1.5 millones de personas.
Lo que son las cosas: son ahora los diputados priistas, encabezados por Rubén Moreira, los que retoman la antigua demanda de la izquierda y proponen —en las 650 reservas al Presupuesto 2023— que se reduzcan 40 mil millones de pesos de pagos al Fobaproa y se integren a un fondo aún mayor, por unos 600 mil millones de pesos, para reconstrucción y relanzamiento.
Omisión presupuestal
López Obrador se ha negado (y ordenado a sus diputados que hagan lo mismo) a etiquetar un peso para ese fondo de reconstrucción pues, asegura, hay recursos ilimitados… pero si no existen partidas específicas, el ejercicio de los mismos será una tribulación para las dependencias encargadas de las tareas en Guerrero. Es más, sin partidas presupuestales específicas, los recursos no fluirán o, si lo hacen, lo harán en total opacidad e incluso en ilegalidad pero, eso sí, totalmente centralizado en el gobierno federal a través de la Secretaría de Gobernación que hoy lleva Luisa María Alcalde.
La falta de voluntad oficial se expresó en una reorientación de presupuestal de 45 mil millones de pesos… pero principalmente para saldar deudas de Pemex, las becas de la Secretaría de Educación y un programa carretero.
Una propuesta de los diputados marcelistas y del Frente Amplio por México expresada (estos, a través de Xóchitl Gálvez) fue tomar una fracción del sobreprecio del barril de petróleo mexicano de exportación —calculado en 56.7 dólares para 2024, pero que puede llegar a 75 dólares promedio— para formar esos fondos de ayuda… pero la voluntad presidencial atajó ese plan.
Balance chilango
Pese a las buenas credenciales profesionales y personales que porta Omar García Harfuch para contender por Morena por el gobierno de la CDMX, enfrenta la operación que en su contra articula Martí Batres y Jesús Ramírez, aunque ello contradiga a la candidata presidencial Claudia Sheinbaum y arriesgue la unidad dentro de las filas oficialistas.
En la tienda de enfrente, pese a tironeos, se amalgama la unidad a través de foros y encuestas en el Frente Amplio por México y de los cuales pueden crecer sus oportunidades, ya sea Santiago Taboada, Lía Limón o Adrián Rubalcava. De no fragmentarse, el Frente saldrá fortalecido del proceso de selección.
@mfloresarellano
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