GANADORES
La industria del petróleo y el gas. Puede que por fin se haya reconocido la necesidad de “abandonar los combustibles fósiles” después de tres décadas de conversaciones sobre el clima, pero no hay una obligación clara ni un calendario concreto para lograrlo, y sí numerosas lagunas en forma de “combustibles de transición” y alusiones a tecnologías de captura de carbono y créditos de carbono.
Estados Unidos y China
Los dos mayores emisores del mundo respirarán aliviados tras dejar a la COP con pocas cargas adicionales por cambiar, a pesar de la creciente alarma mundial por los trastornos climáticos. Estados Unidos sólo prometió 20 millones de dólares (344 millones de pesos) en nuevos fondos para los países pobres y sigue siendo el mayor productor de petróleo. China puede seguir construyendo centrales eléctricas de carbón.
El presidente de la COP28, el sultán Al Jaber
A pesar de las duras críticas, logró un acuerdo de compromiso que fue ampliamente elogiado por otras naciones como el mejor que se podía obtener. Además, no perderá su puesto como director ejecutivo de la mayor petrolera de Emiratos Árabes Unidos, Adnoc, que planea aumentar su producción en contra de la opinión científica de que esto empujaría al clima mundial a un calentamiento más peligroso, más allá de 1.5°C por encima de los niveles preindustriales.
Empresas de energías limpias
Las empresas de energía solar, eólica y otras energías limpias parecen abocadas a una bonanza después de que 118 gobiernos se comprometieran en la COP28 a triplicar la capacidad mundial de energías renovables para 2030. Con ello se pretende reducir la cuota de los combustibles fósiles en la producción mundial de energía, pero hasta ahora las energías renovables se han sumado al petróleo, el carbón y el gas, en lugar de sustituirlos.
Grupos de presión
El número de representantes de la industria presentes en Dubái alcanzó cifras récord: 2 mil 456 delegados del sector del petróleo y el gas, 475 de la industria de captura y almacenamiento de carbono (CAC), más de 100 de la agroindustria y varios más de otros sectores. Muchos se irán contentos de Dubái. En el texto final no se mencionó el papel de las empresas de carne vacuna en la crisis climática, se apoyó la CAC y se echó por tierra, de momento, un debate sobre la regulación del mercado de comercio de carbono.
PERDEDORES
El clima
El objetivo más ambicioso del Acuerdo de París, limitar el calentamiento global a 1.5ºC, se mantuvo nominalmente vivo gracias a la COP28, pero en la práctica ha quedado aniquilado por la falta de urgencia y concreción del acuerdo. A pesar del verano más caluroso de los últimos 120 mil años, las empresas petroleras, gaseras, carboneras y agrícolas que calientan el planeta pueden seguir aumentando su producción en un futuro previsible.
Pequeños Estados insulares
La Alianza de Pequeños Estados Insulares, que representa a los más vulnerables a la subida del nivel del mar, dijo que el acuerdo contenía “una letanía de lagunas” y representaba sólo un cambio gradual, que no era suficiente para mantener el calentamiento por debajo de 1.5°C.
Justicia climática
A pesar de los avances logrados en la COP28 con la creación de un “fondo para pérdidas y daños”, los países en desarrollo, los más afectados por la crisis climática pero los menos culpables, afirman que los países industrializados más ricos no están aportando lo suficiente para ayudarles a adaptarse y poder abandonar los combustibles fósiles.
Las generaciones futuras y otras especies
Las principales víctimas de la crisis climática siguen estando insuficientemente representadas en los procesos de toma de decisiones. A pesar del calor récord de 2023, es probable que este sea uno de los años más fríos en la vida de muchos jóvenes. El objetivo de deforestación mundial cero para 2030 fue bien acogido por los grupos conservacionistas, pero muchos ecosistemas seguirán erosionándose por el aumento de las temperaturas.
Científicos
Los expertos en clima celebraron la mención a los combustibles fósiles, pero afirmaron que el acuerdo no refleja la urgencia y la claridad que muestra la ciencia. “El tibio acuerdo alcanzado en la COP28 le costará a todos los países, por ricos que sean, por pobres que sean. Todos pierden”, afirmó Friederike Otto, del Imperial College de Londres, cofundadora del grupo World Weather Attribution. “Con cada verbo ambiguo, cada promesa vacía en el texto final, millones de personas más entrarán en la primera línea del cambio climático y muchas morirán”.
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