Notimex
Aficionados de Raiders de Oakland viajarán a la Ciudad de México para exigir a la NFL la permanencia del equipo en la ciudad de California, esto durante el partido de el lunes por la noche
ante Texanos de Houston correspondiente a la semana 11.
Para este compromiso, el Estadio Azteca lucirá en su inmensa mayoría los colores negro y plata del equipo californiano, con docenas de miles de aficionados que agotaron en poco tiempo el graderío.
Sin embargo, en esa marea de gente que esperó poco más de una década el regreso de la NFL, no pasarán inadvertidos los cientos que harán el viaje desde la costa californiana con un doble objetivo: el deportivo y el activista.
Los visitantes mostrarán tienen preparadas pancartas con la leyenda “Stay in Oakland!” (¡Quédense en Oakland!), esto como protesta por la posible mudanza del equipo a Las Vegas.
“Creemos firmemente que el mejor lugar para los Raiders es Oakland”, afirmó John Lupo, integrante de la organización “Stay in Oakland!”.
El estado de Nevada lanzó un jugoso anzuelo de 750 millones de dólares para construir un nuevo estadio a los Raiders, sin embargo, a decir de la organización en la que participa Lupo, ése no es argumento suficiente, ni siquiera desde el punto de vista financiero, para hacer maletas e iniciar la mudanza del equipo a Las Vegas.
“El Área de la Bahía es la sexta en importancia como mercado televisivo en Estados Unidos comparada con Las Vegas, que es la 42. El Condado de Clark, donde se ubica la ciudad de Las Vegas, tiene una tasa de desempleo de 7.1 por ciento, por encima de la media nacional que es de 4.9, es decir, es un 48.8 por ciento más alta que el promedio nacional”, acotó Lupo.
Adicionalmente, la dimensión de ambos mercados tampoco tiene comparación ya que el Área de la Bahía, donde se encuentra la ciudad de Oakland, cuenta con siete millones de habitantes, mientras que el Condado de Clark apenas tiene 2.1.
En medio de esta controversia, Raiders fungirá como equipo de casa en el Estadio Azteca al recibir a Texanos de Houston, en lo que será el primer partido de lunes por la noche, de temporada regular, que se jugará fuera de Estados Unidos.