Las alarmas no han dejado de sonar en Jerusalén y en los territorios aledaños en aviso de un posible lanzamiento de misiles. Los habitantes de esta ciudad sagrada y sus alrededores se han visto atrapados en el fuego de dos fuerzas.
El lunes 10 de mayo, el mundo observó los bombardeos en respuesta al lanzamiento de más de 400 cohetes desde Gaza hacia Jerusalén, Tel Aviv, Ashkelon y Lod; y así lo relata a ejecentral Perla Lerner, colombiana radicada en Israel desde hace 30 años.
La plática es intermitente con esta maestra de español que habita en un kibutz (comuna agrícola) a siete kilómetros de la ciudad vieja de Jerusalén. A lo lejos se escucha el ruido de las alarmas y en su teléfono inteligente se percibe el sonido de alerta: “Esa es una aplicación que avisa sobre los misiles que han sido proyectados y que pueden caer en la zona, así podemos estar alertas para correr a los refugios”.
Lerner, cuya voz grave transmite tranquilidad pese al estado de alarma, comenta que tiene 15 segundos para ingresar a un refugio y mantenerse ahí por 10 minutos para emerger.
›“Han sido días de tensión muy fuertes, noches sin dormir, alarmas cada dos minutos, explosiones y bombas que se escuchan por todos lados”, expresa mientras se escuha a varias personas detrás de ella.
La mujer hace una pausa para recordar que en la ciudad de Jerusalén, las tres religiones —catolicisimo, judaísmo e islamismo— conviven sin problema, aunque esa paz se rompió en un hecho histórico. Según Lerner, desde que se firmaron los acuerdos de paz en 1967 y hasta ahora, ni Palestina ni Israel habían protagonizado un enfrentamiento durante sus celebraciones religiosas, a propósito del mes santo dedidado al Ramadán en mayo, y de la conmemoración del Día de Jerusalén, considerado por muchos como un festejo nacionalista israelí.
Si bien Lerner se dedica a la docencia, refiere que en Israel la mayoría de los habitantes están interesados en la política, por lo que los ciudadanos de Israel y el gobierno “estamos unidos en una sola voz buscando la paz y la tranquilidad para ambos pueblos. No queremos que los niños de Gaza sufran, no queremos que los niños de Israel sufran”.
Sobre las diferencias con Palestina, Lerner apunta que uno de los anhelos de quienes viven en la Franja de Gaza es la paz: “somos un pueblo que estamos juntos toda la vida, somos dos pueblos milenarios a través de la historia con un mismo padre, que es Abraham, y no es lógico que estemos en estas discusiones”.
Con tres décadas como habitante de Israel, Lerner refiere que los ataques entre ambos pueblos llevan cerca de 20 años, aunque
“Hamás ataca casi todos los días”. La defensa de Israel es legítima, asegura Lerner, por ser un país “con independencia, es un país con autoridad, tiene derecho a defendernos”, pese a la pérdida de más de 60 vidas, entre ellas las de menores de edad, en ambos territorios.
La Franja de Gaza es un territorio que integra al Estado de Palestina, gobernado por la Autoridad Nacional Palestina, aunque desde junio de 2007 es regido por Hamás, organización islámica palestina, calificada como terrorista por ocho países.
Al respecto y a manera de ejemplificación sobre la situación en esta región de Medio Oriente, Lerner añade: “imagínate que en México te atacaran tus vecinos, mandan misiles y México se cruzara de brazos sin hacer nada. Nosotros estamos defendiéndonos del terrorismo, porque no es ni siquiera organización, son terroristas”.
Vivir en un refugio
En palabras de la israelí, la vida en medio de los ataques ha sido cotidiana, al punto en que el Estado pide que cada vivienda tenga uno. Según refiere, la ley determina que estos cuartos deben estar en cada edificio del territorio, así como en centros comerciales, centrales de autobuses e incluso en la calle, con el fin de mantener a la población a salvo.
Las piezas deben estar blindadas y en ellas se puede hacer cualquier actividad; están acondicionadas incluso para dormir, por lo que la cotidianidad asimila dentro y fuera de este refugio.
De acuerdo con el sitio de la agencia palestina de noticias, WAFA, en los últimos años han visitado la mezquita de Al-Aqsa grupos de judíos religiosos, donde han rezado como desafío al acuerdo de 1967 entre Israel, Jordania y las autoridades musulmanas.
“Es momento de la defensa”: Israel
Las esperanzas para que cese el fuego en la Franja de Gaza están lejos de ser una realidad inmediata. En una reunión con medios de comuncación de Latinoamérica, el pasado 12 de mayo, Lior Haiat, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, manifestó que este “no es momento de diálogo, es momento de defensa”, al negar que haya oportunidad de entablar un diálogo con las autoridades de Hamás.
“No podemos dialogar si se lanzan misiles. No creo que podamos dialogar con los terroristas, no es momento de diálogo, es momento de defensa”, sostuvo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, quien defendió el derecho de Israel a defenderse y contestar el ataque.
El funcionario israelí determinó que Israel debe defenderse de Hamás, organización que ha enviado al menos mil misiles a sus contrarios, por lo que pidió a la comunidad internacional una condena unánime contra el ataque palestino y que se le reconozca a Israel su derecho a responder la ofensiva.
“Israel tiene la legitimidad internacional para frenar a los terroristas y eso es a lo que se han enfocado de momento”, mencionó.
En su exposición ante medios de América Latina, Haiat manifestó que este ataque busca legitimar de manera interna a Hamás, principalmente en Judea y Samaria, cuyo gobierno corresponde a la Autoridad Nacional Palestina. El funcionario explicó que la arremetida del lunes tuvo una planeación en las semanas previas a las elecciones que celebrarán en aquel país.
De acuerdo con el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, la ofensiva hacia Israel inició con ataques directos contra civiles y policías en Jerusalén al término del mes santo de Ramadán para obtener apoyo.
Haiat señaló que Hamás tiene como motivación el control de Palestina, apoyado en la idea de erigirse como defensor de Jerusalén y sus lugares sagrados. Esto, dijo el portavoz, podría causar el colapso de la Autoridad Nacional Palestina y del debilitamiento político del presidente palestino, Mahmoud Abbas.
“Israel hace todo lo posible para no afectar a la población civil en la Franja de Gaza y los países involucrados en estos acuerdos son conocedores de la lucha contra el terrorismo”, justificó.
De acuerdo con Haiat, más de un millón 200 mil personas se ubican en un perímetro de 80 kilómetros de vulnerabilidad, clasificada como la zona de caída de misiles.
Finalmente, Haiat refirió que contrario a su relación con Palestina, existe el diálogo con vecinos árabes del Medio Oriente a través del Ministerio de Relaciones Exteriores. En ellas, dijo, “se cuentan con mensajes de apoyo con la situación actual. Ellos entienden el daño del islam radical y apoyan a Israel en la lucha contra Hamás”. Así, citó que Marruecos, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Jordania y hasta naciones con las que no cuentan con relaciones diplomáticas, como Irak e Irán.
Un millón 200 mil personas se ubican en un perímetro de 80 kilómetros de vulnerabilidad, clasificada como la zona de caída de misiles.
La ciudad de días sagrados
Mayo es un mes que conjunta dos festejos importantes para judíos y musulmanes, y la ciudad vieja de Jerusalén es el epicentro de los sitios religiosos sagrados de Oriente Medio.
Pero desde semanas atrás, los manifestantes palestinos y la policía de Israel han protagonizado enfrentamientos, donde se bloquearon algunas reuniones religiosas a propósito del mes sagrado del Ramadán, de sagrada importancia para los palestinos.
A las restricciones le siguieron las tensiones tras una amenaza de desalojo hacia palestinos de un vecindario al oriente de Jerusalén, donde la policía detuvo a manifestantes palestinos que respondieron con fuegos artificiales contra casas israelíes.
Videos que circulan en redes sociales dan cuenta de la afrenta a los musulmanes en las mezquitas de Jerusalén, donde la policía israelí sacó a los fieles que celebraban una de sus oraciones.
El día de Jerusalén es para los israelíes el 10 de mayo y corresponde a la celebración de una fiesta tradicional que conmemora la reunificación de esta ciudad milenaria durante la Guerra de los Seis Días, ocurrida hacia 1967.
En los últimos años, miles de israelíes, —muchos de ellos simpatizantes nacionalistas religiosos—, han desfilado por la Ciudad Vieja, entonando cantos que enzalzan al Estado israelí, acción que los palestinos califican de retadora. Si bien para los israelíes es una fiesta nacional, para los palestinos representa la ocupación del territorio.
Pero el pasado 10 de mayo comenzaron los enfrentamientos en la mezquita de Al-Aqsa, ubicada en la zona vieja de la ciudad, y que es considerda como el tercer sitio más sagrado para los musulmanes.
Aquí también se ubica una meseta amurallada que alberga la Cúpula dorada de la Roca y el Monte del Templo, otro sitio de importancia para israelíes.
De acuerdo con el sitio de la agencia palestina de noticias WAFA, en los últimos años han visitado la mezquita de Al -Aqsa grupos de judíos, donde han rezado como desafío al acuerdo de 1967 entre Israel, Jordania y las autoridades musulmanas. La respuesta palestina no se ha hecho esperar con el choque de ambas fuerzas.
A esto le precede que el pasado viernes y sábado también ocurrieran varios incidentes en la Explanada de las Mezquitas, con más de 300 heridos y decenas de detenidos, la mayoría de ellos palestinos.
