La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, llamó este jueves a “evitar una escalada” después de que una segunda noche de disturbios por la muerte de un joven baleado por la policía dejara comisarias, ayuntamientos y escuelas incendiados.
Hay que evitar evidentemente una escalada. Hay un drama, la justicia hace su trabajo”, dijo a la prensa Borne durante una visita a Garges-lès-Gonesse (al norte de París), donde se incendió el ayuntamiento durante la pasada noche.
El martes, un policía mató de un disparo a Nahel, un joven de 17 años, cuando éste se negó a obedecer las órdenes de dos agentes durante un control de tránsito en Nanterre, un ciudad al oeste de París.
Desde entonces, la tensión es alta en los suburbios de la capital, donde las autoridades desplegaron en miércoles por la noche 2 mil agentes para evitar más disturbios, que se extendieron a otras zonas como Lyon (este), Toulouse (suroeste) o Lille (norte).
El balance de la segunda noche de altercados fue de 180 detenidos y de 170 policías y gendarmes heridos, según el ministerio del Interior.
De visita en Mons-en-Baroeul (norte), el ministro del Interior, Gérald Darmanin, anunció el despliegue el jueves por la noche de “cuatro veces más” de agentes: 40 mil en Francia --frente a 9 mil la víspera--, de los cuales 5 mil en la región de París.
A las 14:00 horas, la madre de Nahel convocó una marcha ante la prefectura de Nanterre, cerca de donde perdió la vida. “Es una revuelta por mi hijo”, afirmó la víspera.
La fiscalía pidió prisión preventiva por homicidio voluntario para el policía de 38 años sospechoso de haber disparado al joven.
El drama trae de vuelta el recuerdo de los disturbios de 2005 en los suburbios de las grandes ciudades, después que dos adolescentes perdieran la vida electrocutados cuando huían de la policía en Clichy-sous-Bois, al noroeste de París.
A diferencia de entonces, cuando el gobierno del presidente conservador Jacques Chirac declaró el estado de emergencia, Borne descartó por el momento activarlo, pese a los llamados de la derecha y la ultraderecha a hacerlo. MAAZ
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