Fotos | Carlos III asciende al trono

A casi nueve meses desde la muerte de la reina Isabel II, este sábado se realizó la ceremonia para la coronación del rey Carlos III.

La abadía de Westminster, en Londres, fue el escenario para la coronación del monarca de 74 años quien llegó acompañado de la reina Camilla.

Entre los asistentes a este magno evento estuvieron por supuesto integrantes de la realeza británica y europea; así como algunos líderes mundiales y personalidades del espectáculo.

Desde el príncipe Harry, pasando por Jill Biden, esposa del presidente de Estados Unidos; hasta Emmanuel Macron, líder francés y el exprimer ministro británico Noris Johnson desfilaron por la Abadía de Westminster.

Otros rostros más conocidos por el medio del espectáculo como Katy Perry, Emma Thompson, Joanna Lumley, Lionel Richie y Nick Cave también acompañaron al rey Carlos III en su coronación.

Todo inició con una procesión que partió del Palacio de Buckingham hacia la Abadía de Westminster, hasta donde los reyes Carlos III y Camilla, llegaron a bordo del carruaje real.

Después de la unción privada con el arzobispo de Canterbury, el rey Carlos III apareció con la corona imperial, el orbe y el cetro que lo identifican como el soberano británico.

Una de las imágenes que más llamaron la atención fue el beso que William, príncipe de Gales y heredero al trono del Reino Unido, dio a su padre tras su coronación.

Además del protocolo real y los miles de asistentes y manifestantes que se dieron cita a las afueras de la Abadía de Westminster, resaltaron los cambios que Carlos III ordenó al protocolo para su coronación.

Pasaron de ocho mil invitados a dos mil, y entre ellos no solo estuvieron integrantes de la realeza europea, sino personalidades de la sociedad civil; también ordenó utilizar prendas recicladas y contrario a la tradición, su consorte –Camilla– no estrenó una corona

La reina británica utilizará la corona de la monarca María, que data de 1911 y que formaba parte del patrimonio personal de la Reina Isabel II; esto como muestra de empatía por la crisis económica que se vive en el Reino Unido. EJ