El 2017 se está convirtiendo en uno de los peores años para ejercer el periodismo en México. En los últimos cinco meses han sido asesinados seis reporteros, convirtiendo a México en el tercer país más peligros para ser periodista después de Siria y Afganistán, según datos de la organización Reporteros Sin Fronteras.
Este 15 de mayo, el reconocido periodista Javier Valdez Cárdenas, fundador y director del semanario Ríodoce, fue asesinado este mediodía en calles de Culiacán, Sinaloa. Valdez fue ultimado cuando conducía por las calles de la capital de Sinaloa.
Filiberto Álvarez Landeros fue asesinado a balazos el 29 de abril cuando salía de la estación de radio donde trabajaba y se dirigía a su casa en Tlaquiltenango, Morelos.
El 14 de abril Maximino Rodríguez, reportero del Colectivo Pericú, fue asesinado al mediodía afuera de una tienda en La Paz, Baja California Sur. El comunicador viajaba con su esposa.
El 23 de marzo, la periodista Miroslava Breach -de 54 años- llevaría a uno de sus hijos a la escuela cuando le dispararon ocho veces en Chihuahua. Breach era corresponsal del La Jornada, colaboradora de El Norte de Chihuahua y fue directora editorial de El Norte de Ciudad Juárez.
Tres días antes, el 19 de marzo, el periodista veracruzano Ricardo Monlui Cabrera fue asesinado en el municipio de Yanga cuando sujetos armados le dispararon a quemarropa en un restaurante.
El 2 de marzo, Cecilio Pineda se convirtió en el primer periodista asesinado en 2017. El director del diario La Voz de la Tierra Caliente y colaborador de El Universal fue ejecutado cuando esperaba en un autolavado su camioneta. Dos personas en motocicleta se acercaron y le dispararon.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) denunció la impunidad que existe en el país ante los homicidios de comunicadores.