Foro Económico Mundial 2019: México, a examen en Davos

30 de Noviembre de 2024

Foro Económico Mundial 2019: México, a examen en Davos

El 22 de enero, jefes de Estado de 100 países y directivos de las mil empresas más importantes del mundo podrán conocer los fundamentos de la 4T, pero no en boca de AMLO

tdelarosa@ejecentral.com.mx

La misión de México en Davos será generar confianza en los países inversionistas en la Cuarta Transformación y sentar las bases para convertir a México en una potencia mundial, como prometió Andrés Manuel López Obrador. Pero esta tarea no la hará Andrés Manuel López Obrador en Suiza ante los jefes de Estado de más de 100 países y los principales ejecutivos de las mil empresas más importantes del planeta, que se darán cita la próxima semana en la Reunión Anual del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), sino que la delegó en sus secretarios de Estado.

Pero otras economías de América Latina donde también estrenan presidente, la promoción de sus naciones la harán sus propios mandatarios.

Cumbre. Constituido en 1971, con sede en Ginebra, Suiza, el foro de Davos reúne a expertos en economía, académicos y líderes políticos para dar forma a las agendas globales, regionales y de la industria.
Foto: Especial.

Por ejemplo, Jair Bolsonaro lo hará por Brasil, siendo ésta la mayor economía de la región, e Iván Duque Márquez estará al frente por Colombia.

›Del 22 al 25 de enero se realizará en Davos la WEF 2019, pero ante la contingencia de abasto de gasolina en la mitad del país, y estar apenas a 53 días del inicio de su gobierno, el Presidente consideró que no puede viajar al extranjero “porque tengo que echar a andar todo el gobierno. En todos estos meses de inicio no me puedo despegar del trabajo aquí en la ciudad ni en el país”. Fue entonces que López Obrador anunció que delegaba en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) la representación de la comitiva.

Una de las promesas de campaña de López Obrador, y que ha reiterado como presidente constitucional radica en sentar las bases para que el país se “convierta en una potencia económica y en un ejemplo de desarrollo y bienestar en el mundo”, y este foro es un lugar clave para las inversiones. El reto del gobierno federal es grande.

Por su población, México ocupa la décima posición mundial, pero por el tamaño de la economía, en cuanto al Producto Interno Bruto (PIB), es la decimoquinta. En cuanto al PIB por habitante, en 2017, México ocupó el número 83, según datos del WEF.

29 puntos recibió la economía mexicana en una medición elaborada a países miembros de la OCDE.

127 sitio ocupa México en un listado de países con mayor seguridad, lo que se traduce en violencia y poca confianza en sus funcionarios.

Sin embargo, el Índice de Competitividad Global (ICG 4.0) del propio WEF, coloca a México en la posición 46 de 140 países analizados en el reporte 2018, lo que significa que perdió dos lugares y Chile se consolidó como el país de la región mejor posicionado al ocupar el número 33. Aunque el peor ranking es el Transparencia Internacional, que coloca a nuestro país como uno de los más corruptos del mundo.

Según el reporte WEF, la competitividad de México está respaldada principalmente por el entorno macroeconómico estable (con 99.4 de 100 puntos) y el tamaño del mercado (80.6 de 100 puntos). Sin embargo, las debilidades se ubican en el mercado laboral, donde México ocupa el puesto 100 de 140. Según el reporte, se tiene “la dificultad para atraer y retener una fuerza laboral con talento”.

Al respecto, es probable que en Davos los representantes mexicanos deban argumentar cómo ayuda en esto la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Público, que prohíbe que cualquier empleado federal ganar más que el Presidente de la República.

Otros obstáculos para la productividad del país, según el WEF, son la seguridad de México (con un puntaje de 46.0 puntos, para la posición 127 de 140 países), que se traducen en violencia y poca confianza en los funcionarios encargados de velar por el cumplimiento de ley. Además de que los escándalos de corrupción contribuyen al débil desempeño la transparencia (posición número 113).

Corrupción cero

El WEF sostiene que los altos niveles de corrupción que se perciben sobre México son un factor importante que socava la fortaleza de las instituciones.

Esto se refuerza con los trabajos de la organización no gubernamental Transparencia Internacional que ubica a nuestro país como uno de los más corruptos del mundo. De 180 países evaluados, ocupamos la posición 135, según el Índice de Percepción de la Corrupción 2017.

La delegación mexicana en Davos deberá explicar el plan que tiene para sacar a México de “entre las peores posiciones de América Latina y el Caribe”, porque aparece como el “país peor evaluado del Grupo de los 20 (países más industrializados y economías emergentes) y el peor evaluado de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE)”.

Ese flagelo se agravó en la administración del expresidente Enrique Peña Nieto, ya que la valuación de 34 puntos que recibió la economía mexicana en diciembre de 2012, cinco años después, en 2017, bajó estrepitosamente a 29 unidades.

En una escala de cero al 100, el cero es para el país más corrupto y 100 para el mejor evaluado en materia de anticorrupción. Y esto es algo que López Obrador considera como una referencia.

El pasado 3 de enero, por ejemplo, López Obrador mencionó en su conferencia: “Me patea el hígado el saber que organismos internacionales como Transparencia Internacional nos colocan en el sitio 135 en corrupción. Como mexicano me indigna, me molesta”.

Atracción de capitales

La debilidad en seguridad, propiedad intelectual, transparencia, ética, desempeño del sector público y gobierno corporativo obstaculizan la competitividad, desarrollo y el bienestar de las naciones. “Los agentes económicos no invertirán si temen que tendrán que gastar cantidades excesivas de tiempo y dinero en proteger su propiedad”, sostiene la información del Foro Económico Mundial.

Las decisiones de inversión dependen del nivel de confianza, sobre la capacidad de las instituciones de garantizar un nivel básico de seguridad, que los tribunales funcionen y se hagan cumplir los derechos de propiedad.

Así, ante la reorientación del gasto al sector social, el gobierno federal deberá atraer inversión privada. Por ejemplo, un recuento hecho por CitiBanamex muestra que, de los proyectos prioritarios de la presente administración para 2019, los programas sociales requerirán 169.6 miles de millones de pesos (alrededor de ocho mil 480 millones de dólares) y siete millones para infraestructura (entre ellos el Tren Maya y el Corredor Transísmico), lo que suma 44 mil millones de pesos.

Lo anterior representa 4.24 pesos a programas sociales por cada peso de inversión a infraestructura. Ambos rubros suman 10 mil 480 millones de dólares.

México, explica Abraham Vergara —catedrático de la Universidad Iberoamericana—, debe plantear en Davos que el crecimiento económico incluye en mayor porcentaje a población de escasos recursos, aunque el camino es tener “un plan incluyente y sostenible, que ayude a la población a salir de la pobreza”.

En ese sentido, la delegación mexicana en Davos deberá convencer a inversionistas extranjeros para captar por lo menos el promedio anual del periodo 2015-2017, de 32 mil 250 millones de dólares de Inversión Extranjera Directa (IED).

Elementos. Según el WEF, la competitividad de México está respaldada por el entorno macroeconómico estable y el tamaño del mercado.

La atracción de capitales es fundamental, porque dice el WEF, “todas las economías deben invertir hoy en medidas más amplias de competitividad para sostener el crecimiento y los ingresos en el futuro”.