Tuvieron que pasar varias marchas con disturbios vandálicos de las que puntualmente en este espacio dimos cuenta; para que la Jefe de Gobierno tuviera que hacer un cambio que considero la beneficia a ella; pero sobre todo a la Ciudad de México.
En días pasados anunció el relevo de Jesús Orta por el de Omar Hamid García Harfuch, al frente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, he de referir que en lo personal no conozco a ninguno de los dos; sin embargo, del segundo conozco su trabajo tanto en las extintas Policía Federal como en la Procuraduría General de la República.
En reiteradas ocasiones he referido que “el perfil sí importa” Omar Hamid García Harfuch, ha sido Policía pie tierra, se ha mantenido en este complicado medio con resultados, incluso en lo local a pesar de ser titular de la Agencia de Investigación Criminal, deteniendo a varios capos del grupo de la delincuencia organizada “la Unión Tepito”. Cuenta con una faceta de policía preventivo producto del trabajo en la extinta Policía Federal, lo que le permitirá atender problemas como los denunciados en las manifestaciones, su conducta siempre ha sido calificada como muy ética y de resultados.
Se tardaron en tomar la decisión y esto resulta evidente pues la Ciudad de México, incrementó sus índices de violencia, aún y cuando las patrullas fueron balizadas con colores poco compatibles con la imagen internacional estándar de las policías. Ya que el verde y blanco son colores de los creativos de la imagen y sello de la Jefatura de Gobierno, no así de la policía, esta es una muestra del tiradero y la superficialidad con que hasta ahora se había manejado la Secretaría de Seguridad Ciudadana, que además de estar en manos de alguien que seguramente tenía buena intenciones, no contaba con el respaldo de los mandos al interior de la Secretaría.
En pocas palabras Omar Hamid García Harfuch, carga con una gran carga, sin embargo, su experiencia y respaldo institucional siempre lo ha colocado en el ojo del huracán como en el caso Ayotzinapa; sin embargo, como lo he dicho en otra ocasión en ese asunto se perdió la brújula, desde otras latitudes locales y municipales en el origen de esos sucesos. Sólo que es más fácil buscar la paja en el ojo ajeno que en la del propio.
Deseo que de forma y fondo a Omar Hamid García Harfuch, su actuación en esta ciudad sea basada en la aplicación del derecho al interior de la corporación como de los más altos estándares internacionales en materia de respeto a los derechos humanos. Solo eso ganará el respeto social que la policía en esta ciudad no tiene.