La Violencia de Género tiene un sin número de modalidades. Algunas de ellas —sino es que la mayoría— a lo largo y ancho del país, han padecido la invisibilidad, producto del pacto patriarcal; y en algunos lugares como Medio Oriente es peor, las mujeres son cosificadas, pues son tratadas como objetos no como personas sujetas de derechos.
En México, el pacto patriarcal es desde la época precolombina. La historia da cuenta que a las mujeres se les sacrificaba, los rituales más sanguinarios dan cuenta que se les sacaba el corazón o incluso eran lanzadas a los cenotes. En la época virreinal, a las mujeres interesadas en la química, la medicina o el derecho común o canónigo, eran acusadas ante la Santa Inquisición de herejes y antes de emitir una sentencia eran torturadas, estigmatizadas o vejadas hasta con cinturón y calzón de castidad.
La violencia de género implica de forma clara y directa una agresión a la mujer por razón de género, es decir, las diversas causas de odio a la mujer por ser mujer o a quien en un proceso de transición a un género distinto es susceptible de sufrir agresión.
Las modalidades de las violencias de género son física, emocional, patrimonial, económica, sexual, digital, obstétrica, familiar, comunitaria, laboral y escolar, entre otras.
Todas las violencias antes referidas, se dan en el marco de una relación de poder entre él agresor y la víctima. Es decir, en la ideología y mente del sujeto activo, articulan las acciones con la intención de ser poseedor de derechos sobre las mujeres, ya sea por ser su pareja sentimental (novio, concubino, esposo), o bien el profesor en relación a las alumnas, o el jefe y cualquier subordinada. Esa es una relación de poder jerárquico, pero también se da el dominio y ventaja física y de fuerza, o el control de flujo financiero, entre otros.
Varias de las formas de violencia se engloban en el ámbito familiar, y a últimas fechas se ha dado cabida al análisis de la violencia vicaria, la cual consiste en todos los tipos de violencia en contra de las mujeres, con la finalidad de invisibilizar el vínculo materno entre madres e hijos, utilizando toda clase de acciones legales por parte de los padres. En la mayoría de los casos, es a través de órdenes judiciales que se les impiden la convivencia, lo que implica que los cambian de domicilio y escuelas; buscan acreditar que las mujeres son “malas madres”.
De forma y fondo, hay que analizar y actualizar todas las leyes que arroban el tema de la violencia de género, y sobre todo actualizar la violencia vicaria, así como la forma de acreditar la violencia psicológica y emocional, pues los actos probatorios en su mayoría se basan en los dictámenes en materia de psicología. Y esta debe ser una labor de los legisladores en la que se deben hacer acompañar por operadores y sociedad civil.
Nota al pie de página:
Es importante valorar al personal policial ministerial federal y a los agentes del Ministerio Público Federal. La Fiscalía General de la República prepara un próximo retiro, y si bien nadie es indispensable todos son necesarios. Quizá esa es la explicación de lo que está pasando en Guanajuato, Michoacán, Jalisco, Tamaulipas, Sonora y Chiapas, por citar algunos ejemplos de estados en donde falta personal.