El sistema jurídico penal mexicano, debe de concluir idealmente con el proceso de readaptación social del sentenciado responsable de haber cometido un delito. Siempre se ha dicho que la última ratio del Estado es el derecho penal o punitivo del Estado sobre las personas transgresoras del orden normativo y social en un lugar y tiempo determinado. La pena impuesta por un juez en sentencia es después de haber tenido un proceso de investigación y de haber apreciado el desahogo de las pruebas, lo cual permite o no establecer una condena.
La sentencia busca por un lado resarcir o reparar el daño de forma integral en favor de la víctima lo cual le permitirá tener acceso a la verdad y la justicia. Pero, por otro lado la sanción de cometer un delito es ejemplar para el resto de los integrantes de la sociedad, no cometan delitos y también es el pagar la transgresión de la ley, por ello el derecho penal es punitivo y para el sujeto transgresor del orden se busca readaptar socialmente, ello ocurre a través del cumplimiento de la pena de prisión cuando el delito es grave y su penalidad es superior a 5 años.
La ley establece que si la pena de prisión es de más de 5 años no hay sustitutivos, hasta que se cumplen ciertas condiciones que la ley establece y entonces entre tanto, es el sistema penitenciario, el encargado de albergar en reclusión a los sentenciados, diferenciados de los procesados con prision preventiva ya sea oficiosa o justificada.
De forma y fondo el proceso de readaptación social, que el sistema penitenciario a nivel nacional ofrece, con muchos limitantes y grandes retos busca resarcir el daño social, dar herramientas a los reclusos y presas con la finalidad de dar una segunda oportunidad que ese es el culmen de la readaptación social; se tiene actividades y talleres entre ellos pintura, papiroflexia, tallado en madera, obtención de grados escolares (secundaria preparatoria y licenciatura) con educación a distancia, estilismo, por citar algunos ejemplos.
La readaptación social busca revalorar a las personas que si bien es cierto cometieron un delito, también tienen derecho a ser vistos, por su entorno y sus redes de vínculos, como seres humanos que si bien pudieron haber cometido un delito incluso grave, pueden buscar reivindicarse y tomar la vida en internamiento con una mejor actitud. Una plataforma de streaming da muestra de ello a través de cinco capítulos que documentan un taller a través del cual se les enseña hacer monólogos cómicos a partir de sus tragedias personales lo cual resulta terapéutico, catártico y aleccionados.
La comediante Sofía Niño de Rivera en compañía de otros estandoperos mexicanos, da lecciones a tres grupos de personas privadas de su libertad (femenil, varonil y de la comunidad LGBTTIQ+) para culminar con un show de Stand Up Comedy para sus compañeros y familiares. Tienen que verlo! Las productoras Saskia y Sofia Niño de Rivera logran transmitir en los cinco capítulos de la primer temporada de la serie que es importante hacer visible a las personas privadas de su libertad (PPL) sin prejuicios.
Libre de reír, es la muestra de un taller exitoso en el modelo de readaptación social; la picardía de los mexicanos es parte de nuestro ADN, el que nos podamos reír de nosotros, de nuestras tragedias, de nuestras vulnerabilidades hace qué los que están en presión y los que estamos en libertad podamos reflexionar y coincidir en que la risoterapia es liberadora y sana el espíritu.
No te olvides:
Necesitamos historias que inspiren y la película biográfica de la vida de José Hernández, ingeniero de la NASA, el único inmigrante mexicano que ha ido al espacio, debería de ser material de apoyo didáctico para los maestros de primaria, secundaria, preparatoria y universidad. A millones de kilómetros título de la película da una clara idea de cómo la tenacidad y el trabajo pueden hacer la diferencia.
SIGUE LEYENDO: