En días pasados tuvimos cuenta de otra balacera en Quintana Roo, en menos de seis meses en la Rivera Maya (Cancún/Benito Juárez, Plata del Carmen/Solidaridad y Tulum) se han presentado una serie de eventos vinculados con la delincuencia organizada transnacional, con hechos de narcotráfico y el uso de armas de fuego.
Definitivamente, nada de lo reportado en los medios de comunicación es generación espontánea, por un lado el Aeropuerto Internacional de Cancún es, después del de la Ciudad de México, el que más operaciones con el resto del mundo tiene, es obvio que esto implica intercambio y tráfico de personas, pero también de mercancías.
En lo particular, siempre he considerado que el centro comercial más sofisticado del mundo es un aeropuerto, ya que se puede encontrar y hacer cualquier cantidad de operaciones, lícitas como ilícitas, por ello es considerado siempre una instalación de seguridad nacional. En México muchos de los aeropuertos están concesionados a particulares y el de Cancún no es la excepción, ASUR de los empresarios Carlos Slim y Fernando Chico Pardo es la empresa concesionaria.
Una de las consecuencias de que Rivera Maya sea uno de los lugares con mayor turismo internacional del mundo implica que sea una plaza jugosa para todos los mercados relacionados con la industria del turismo y servicios, eso incluye el del narcotráfico, lavado de dinero, tráfico de armas, trata de personas, secuestro, extorsión, delitos fiscales y financieros, está quizá de más decir, pero todos están previstos en el marco de la “Convención de Palermo” (Delincuencia Organizada Transnacional).
La región es de las más modernas y nuevas del país, ya que no tienen ni 50 años de existir como tal, siendo el paraíso del Caribe mexicano, tiene inversión extranjera de capitales españoles, estadounidenses, italianos, y una población fluctuante y asentada de varias nacionalidades, lo que implica también tener presencia de varias agencias y consulados de diferentes países.
Las últimas balaceras se han dado en hoteles y en concreto, en la de la semana pasada, estuvieron involucrados un par de extranjeros canadienses con órdenes de aprehensión y fichas rojas cuya actividad tiene todo que ver con el tráfico de drogas. La reacción del gobierno del Estado de Quintana Roo, fue solicitar la cooperación internacional, a través de las agencias de policía federal de investigación y antidrogas de Estados Unidos (FBI y DEA por sus siglas en inglés) y de Canadá la Real Policía Montada.
En el marco del T-MEC (Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá), así como los multilaterales y bilaterales en materia de cooperación internacional y asistencia jurídica, cabe la investigación de forma conjunta y coordinada, la problemática de forma y fondo es si la federación a través de sus instituciones como la Guardia Nacional, Ejército, Armada, Fuerza Aérea, Fiscalía General de la República, Servicio de Administración Tributaria (SAT), va a cumplir con el pacto federal y apoyar al estado de Quintana Roo, ya que la falta de atención, prevención y coordinación tiene puesto ya los ojos del mundo en la Rivera Maya.
Evidentemente, es por eso el interés y ofrecimiento del apoyo de todas esas agencias, pues ya en años anteriores se había tenido queja de aseguramientos y cateos ilegales en un establecimiento de cajas de seguridad en el que muchos extranjeros no recibieron ni explicación ni devolución de sus bienes, y el argumento en aquel momento fue que tenía vínculos el establecimiento con el exgobernador Javier Duarte de Veracruz y algunos otros sujetos investigados por delincuencia organizada; ahora el tema es el turismo en su mayoría es extranjero y las personas que fueron ultimadas eran canadiense con órdenes de aprehensión en los dos países de los que México es socio comercial y la federación a través de sus instituciones no ha dado absolutamente ninguna explicación.
Nada de lo qué pasó y seguirá pasando en la Rivera Maya será subestimado por las autoridades extranjeras que han mostrado un interés agudo ya que todo es producto de muchos factores por varios años; pero sobre todo la falta de prevención de delitos y combate a la impunidad, lo cual era evidente se presentara con el desarrollo y progreso de la zona; ahora imaginen qué va a pasar cuando tengamos el Tren Maya.
Nota al pie de página:
La muerte de dos periodistas en Tijuana, Baja California, en tan corto tiempo, nos debe preocupar, ya que sin el ejercicio de la libertad de expresión se pone en riesgo el Estado Constitucional Democrático y de Derecho, es importante que, cómo hace un poco más de 10 años, se tenga una visita conjunta de los relatores de ONU y OEA en el tema y se verifique el avance y retroceso en el tema para el país.
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