En 2008, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos tuvo una gran reforma relacionada con la implementación y adopción de un sistema penal adversarial, ha sido la reforma de mayor calado en los últimos cien años en materia de seguridad y justicia.
Parte de las transformaciones institucionales han sido ejecutadas de manera forzada, ya que el plazo constitucional fue de ocho años es decir, a más tardar la Federación y las entidades federativas debían de hacer los cambios necesarios a más tardar el 16 de junio de 2016. Sin duda esta reforma es considerada de Estado, es decir, tuvo acuerdos políticos con todas las fuerzas representadas en el Congreso de la Unión, ya que intervienen en su operación y ejecución, los tres poderes de los tres órdenes de gobierno.
Lo más fácil de entender es que los cambios del sistema se veían reflejados entre dejar la escritura de lado por la oralidad. Sin embargo, no es lo único importante por cambiar la funcionalidad de los cuerpos policiacos especializados, marcaría un parte aguas.
Las policías deben de ser especializadas y además deben contar con suficiente capacitación para trabajar como primeros respondientes, realizar el acordonamiento, aseguramiento del lugar de los hechos o del hallazgo, de la evidencias y la correspondiente cadena de custodia, aunado a de ser necesario, investigaciones con acciones controladas por el juez de control como cateos, solicitud de escuchas y datos conservados.
Todo lo anterior, debe de realizarse de manera segmentada, es decir, todos los policías pueden ser primeros respondientes, desde los municipales hasta los federales o nacionales. Del 2008 a la fecha, se han tenido altibajos respecto de la profesionalización y segmentación especializada de las policías.
A diferencia de otros países, México no tiene como carrera profesional el ejercicio policial, muy pocos cuerpos municipales tienen profesionalización al igual que las locales, algunas procuradurías y fiscalías tienen policías de investigación o cómo en el caso de la Federación, cuentan con una policía federal ministerial, el común denominador es poco capacitadas, especializadas y mal pagadas.
De forma y fondo, la profesionalización y especialización serán la diferencia entre proteger y prevenir hechos y conductas antisociales que puedan afectar a la sociedad de un lugar determinado, el hecho de que algunas policías tengan por especialidad investigar delitos y otras no, obedece a la secuela procedimental jurisdiccional.
La instrumentalización, de registros como el de detenciones, tener el informe policial homologado, así como el de cadena de custodia y el andamiaje legislativo que “obliga a todos los cuerpos policiacos” a su aplicación después de varios años, podemos concluir que aún no termina de generar ese cambio que se necesita. Algunas policías preventivas están haciendo esfuerzos por investigar, sin embargo aún no dan frutos constantes. Ello sin contar, la ausencia de una policía federal, ya que la actual Guardia Nacional, pues no puede dar resultados contundentes en tan poco tiempo, a sus tres años apenas tendrá su primer generación de guardias nacionales analistas expertos en investigación. El proceso es lento y si como todo apunta a que la Guardia Nacional migre a ser un arma más de la Secretaría de la Defensa Nacional, habrá que hacerse un sin número de preguntas respecto de la necesidad de tomar en serio, el tema de la seguridad pública federal y nacional. La política pública de Seguridad Nacional, será de forma y fondo evaluada por los ciudadanos para el 2024; es algo que ha costado a México, tiempo, dinero y esfuerzo.
Nota al pie de página:
El Ministro Presidente de la SCJN, sin duda anda en campaña; acudió a un evento de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior de la República Mexicana A.C. (ANUIES), exhortó a las fiscalías de las entidades federativas ha investigar mejor y con suficiente perspectiva de género los feminicidios. Diría mi abuela -lo cortés no quita lo valiente- ello fue estando presente y sin derecho a réplica de la titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México; donde nos hemos esmerado en hacer las cosas de otra forma con resultados distintos y que son tomados como muestra por otras entidades federativas.