Hace unas semanas Arturo Zaldívar Lelo De La Rea, siendo aún ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, prestaba su último informe, lo cual hizo ante la presencia del titular del Poder Ejecutivo Federal y del Poder Legislativo, refiriendo que han obtenido un sinnúmero importante de reconocimientos nacionales e internacionales, y no obstante de haber implementado una serie de medidas progénero, no termina siendo algo congruente con la estructura del Poder Judicial Federal.
Se generaron concursos exclusivos para mujeres jueces, sin embargo, la mayoría de los distritos jurisdiccionales tienen mayor número de jueces hombres que mujeres.
Así también ocurre con el número de magistrados de los tribunales de circuito, y aún y cuando hoy por hoy, el pleno de la corte históricamente cuenta con cuatro mujeres ministras, sólo una de ellas tiene una carrera jurisdiccional decorosa.
El encargo de presidente de la SCJN concluyó el 31 de diciembre de 2022 y se abre paso a la sucesión a Arturo del 2 de enero del 2023. Ante la necesidad de un relevo, todos los integrantes del pleno de la Corte pueden aspirar a ocupar la silla de la presidencia del más alto Tribunal.
La Constitución del Poder Judicial Federal resulta básica para el mejor funcionamiento de un Estado Constitucional Democrático y de Derecho; siempre es importante el análisis y la congruencia entre la funcionalidad de una institución, sus miembros, el objetivo, misión, visión y resultado; por lo que resulta necesario hacerse varias preguntas quién puede ser él o la Presidente del Poder Judicial Federal, que toma la última decisión con valor supremo a los otros dos poderes, qué es lo que le conviene al país respecto de las tendencias jurídicas: una SCJN conservadora, liberal, garantista, humanista o un híbrido de todas y con qué composición. No sólo en términos de paridad de género, sino en solvencia curricular para los que no son del servicio civil de carrera y con suficiente respaldo jurisdiccional para los que sí lo son.
De forma y fondo quien presida en los próximos años la Corte y quien de la corte aspire a otro encargo jurídico, debe tener suficientes cartas credenciales antes, durante y posterior al encargo, que tengan como único y máximo interés servir a México y que todas las piruetas por la SCJN sean por y para tener un mejor país y no un premio mezquino de poder por poder.
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Feliz y Próspero 2023