Hace algunas semanas en este espacio comentaba que México es un país de muchas leyes y de poco Estado de Derecho, ello en el marco de analizar la necesidad de tener reformas constitucionales y legales. Hoy en día ya tenemos acceso a los contenidos íntegros y sin duda algunas son pertinentes y necesarias, pero otras son inoperantes ya que el andamiaje aún no está dado en las Instituciones; pues se debe privilegiar el capital humano, servicio de carrera y especialización.
Lo anterior vino a mi mente cuando en días pasados escuché, leí y ví tanto en las redes sociales como en medios de comunicación, que la delincuencia organizada dedicada a la extorsión que ha sido el delito con índices crecientes año con año, tenía colapsados varios municipios en el Estado de Guerrero, ya que el transporte público dejó de prestar sus servicios; pero, además, quien intervino para retornar a las actividades con cierta normalidad y propuso una tregua fue la iglesia católica en esa entidad federativa.
Esta intervención es importante decir que no es nueva en la historia de la iglesia católica; en la antigüedad el Papa intervino ante la posible guerra de Francia e Inglaterra y de ahí la historia de la frase “París, bien vale una misa”. La diferencia es que quienes acudían al llamado del Santo Padre eran los reyes de ambas naciones. Y en Guerrero la tregua es entre delincuentes y los facilitadores son los sacerdotes y cardenales de las diversas regiones. Es evidente la falta de autoridad y presencia de los tres poderes y niveles de gobierno en dicha entidad. Es como cuando se levantó en 1994 el EZLN y el obispo Samuel Ruiz fue mediador entre los paramilitares y el gobierno; reitero: la iglesia ya ha jugado esta función, pero lo que ocurre en Guerrero es el botón de muestra de la falta de Estado Constitucional Democrático y de Derecho.
La ventaja de lo ocurrido en Guerrero es el que vacío de poder fue ocupado y gestionado por la Iglesia católica, apostólica, romana y yo agregaría guadalupana; la reflexión de forma y fondo es si hacemos una revisión de forma alfabética en las entidades federativas de la A a la Z hay temas delicados y complejos; la delincuencia tiene ya muchas actividades multifuncionales, lo mismo extorsionan a transporte urbano, que asaltan en las carreteras, que tienen huachicol de hidrocarburos, que se dedican al tráfico y trata de personas, que a la elaboración, comercio y trasiego de drogas; así también ejecutan, usan drones, hacen bombas antipersonales, todo esto ocurre en muchos lugares del país y la sociedad debería de contar con autoridades y políticas públicas estratégicas y suficientes para que hubiera un ambiente de seguridad y justicia.
La pregunta obligada es: ¿si lo irrenunciable del Estado es dar seguridad y justicia, cuál es la razón de que ello no ocurra ni se perciba? Así como el problema es multifactorial, también lo es la respuesta; por ejemplo, falta personal, que investigue, que además tenga permanencia, pues tienen contratos de 3 meses, que tenga buenos sueldos y prestaciones; que esté capacitado, que cuente con prestaciones e incentivos. De esa forma se puede iniciar de forma objetiva con la prestación de mejor servicio.
Sin duda hay muchas ventanas de oportunidad para mejorar las instituciones y el ejercicio de gobierno; la esperanza es que la ciudadanía esté mejor y más informada, de tal suerte que podamos pedir acciones y medir resultados que se concretan con la votación.
Nota al pie de página:
La marcha por la democracia apunta a una participación histórica en las próximas elecciones.