México es un gran país, con un enorme potencial, con una forma geográfica del “cuerno de la abundancia”; los mexicanos somos extremos en lo bueno y en lo malo; sin duda, somos un país de contrastes.
El dicho de ‘cómo México no hay dos’, hace sentido cuando vemos causas que unen y enemistan a la sociedad civil organizada y a la autoridad. Las violencias en contra de las niñas, adolescentes, adultas jóvenes-maduras y mujeres de la tercera edad, nos indigna a todos los integrantes del Estado (eso incluye a la población y a todas las instituciones sociales de gobierno).
En días pasados, tuvimos conocimiento por los medios de comunicación y de redes sociales, primero de la desaparición de una mujer joven en Nuevo León, en circunstancias complejas.
Los medios han reportado que estuvo en una fiesta, se retira en un taxi, el taxista la acosa, la joven que ahora sabemos se llama Debanhi Escobar se bajó del automóvil sobre la carretera, además el taxista le tomó una última foto, se hicieron una serie de acciones para la investigación a cargo de la Fiscalía General de justicia de Nuevo León y después de varios días, a pesar de muchos esfuerzos de sus familiares y autoridades, fue encontrada sin vida al interior de la cisterna de un inmueble que era un hotel-motel, que había sido previamente inspeccionado y cateado.
Sin duda, el tema nos preocupa y nos ocupa, el llamado que ha hecho una vez más la sociedad a las autoridades es que no queremos las mujeres seguir viviendo en un país con un ambiente de inseguridad y violencia.En la Ciudad de México, las autoridades han sido receptivas, sin que se echen a andar las campanas al vuelo, se han implementado medidas como:
- La declaración de alerta de género con acciones muy delineadas a cargo de cada autoridad de la Ciudad de México.
- Coordinación Interinstitucional en constante diálogo con organizaciones de la sociedad civil.
- Rendición de cuentas constante de las acciones relacionadas con el combate a la impunidad.
Desde la Fiscalía General de Justicia, se han implementado cambios estructurales entre ellos:
- La creación de una Coordinación General de Investigación de Delitos de Género y Atención a Víctimas.
- Se cuente con una fiscalía de investigación del delito de Feminicidio que cuenta además con una unidad que investiga el transfeminicidio.
- Se trabaja en la creación de un protocolo para la atención de los huérfanos de feminicidio.
- Se ha generado un Atlas del feminicidio de la Ciudad de México.
- Se está haciendo la revisión y actualización del protocolo de investigación del feminicidio.
- Se ha iniciado un análisis y conversatorio respecto de la necesidad de reforma en materia de violencia familiar.
De forma y fondo, pese a todos los esfuerzos, no podemos decir que ya se hizo lo necesario. Los retos en los diversos tipos de violencia contra las mujeres nos han obligado a transversalizar la perspectiva de género, debemos seguir capacitándonos, usando nuevas y mejores herramientas como lo es ahora el banco de ADN, la Unidad de Análisis de Contexto, el registro de agresores sexuales y cualquier otra que nos permita combatir la impunidad de las violencias contra las mujeres.
Nota al pie de página:
Recordemos que no hay que bajar la guardia la pandemia aún no termina y hay que buscar que la mayoría de las personas sean vacunadas. Hay una campaña masiva, pero su éxito depende del compromiso de cada persona consigo mismo y con los demás.
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