Como lo referí en la nota al pie de página de la columna pasada, la Ciudad de México tendría una semana crucial ya que tuvimos el festejo de los 211 años de independencia del Reino de España, que fue acompañado de la polémica en redes por el cambio de ubicación de la Glorieta de Cristóbal Colón que, en lo particular, considero, no cambiará ni la historia ni el contexto de lo que fuimos, somos y queremos ser. Es tanto como negar que mi bisabuelo llegó de España, con una mano atrás y otra adelante, a trabajar y buscar salir adelante producto de un sinnúmero de problemas socio-políticos de la época, enseñando a sus hijos, nietos y bisnietos a amar su país y el nuestro, por muy diversas razones.
Por otro lado, el día 17 de septiembre se presentó el tercer informe de gobierno de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, quien con paso firme llega a la mitad de su mandato con un ejercicio congruente con lo ofrecido en la campaña del 2018, ejemplo de ello son las dos líneas del “Cablebús”.
A nivel internacional, la Ciudad de México fue sede de la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Sin duda, la presencia de 17 líderes de los países miembros encabezados por el Presidente de México, quien además tiene la presidencia pro témpore, debido a la pandemia, colocó al país en el epicentro de los acuerdos más importantes a los que la región ha llegado.
Si bien es cierto se había especulado en empoderar a la CELAC, en detrimento de la Organización de Estados Americanos (OEA), esto quedó en el aire como un rumor sin el consenso de la región, más aún después de ver el contenido de la cumbre que tuvo como agenda la temática siguiente:
- Discusión sobre el acceso equitativo a las vacunas, resultado de la pandemia de Covid-19 en la región.
- Cambio climático en la región.
Los acuerdos a destacar fueron el buscar la unidad económica de la región. Dicho de una manera más simple, es buscar adaptar el modelo económico que al día de hoy tiene solidez en la comunidad económica europea, esto, dicho sea de paso, hace sentido con la presencia de Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Sin duda la presencia de varios mandatarios, como los presidentes de Cuba y Venezuela, entre otros, ponen de manifiesto que México es un territorio neutral dentro de la región, a pesar de ser un país del hemisferio norte, tal y como lo refirió el canciller Marcelo Ebrard en semanas pasadas en Washington, DC, lo cual tenemos que atesorar; de forma y fondo el mantener un discurso imparcial sin filias ni fobias es el gran reto para estar a la altura de Alemania, para llegar a buen puerto con los acuerdos de esta cumbre y echar a andar la agencia aeroespacial de Latinoamérica y el Caribe.
Nota al pie de página:
El mejor posicionamiento y ejemplo que ha dado la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México es decir: “No es tiempo de futurismo, ni de agendas personales”, en el marco de su tercer informe de gobierno, enmarcado con dos minutos de aplausos y arropada por funcionarios federales como la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.