La 57, un ejemplo de…

1 de Abril de 2025

Laura Borbolla
Laura Borbolla

La 57, un ejemplo de…

LauraBorbolla-Web

A inicios del año 2021, que está terminando, presenté vía correo electrónico a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, una queja relacionada con la carretera 57, ya que siempre se encuentra en reparación y cada vez menos vigilada.

La respuesta fue que tomarían en cuenta mis comentarios y que lamentaban las molestias, pero que se encontraban haciendo un mantenimiento profundo y necesario para, en “breve”, dar un mejor servicio a los usuarios.

He de decir que tengo toda mi vida siendo usuaria del tramo México–Querétaro y, eventualmente Querétaro–Nuevo Laredo.

En los hechos, nunca la he podido recorrer completa sin reparación; además de que siempre se han cobrado de forma íntegra las casetas, sin importar los tiempos, la poca vigilancia, sin que se cuiden los acabados y tiempos de entrega de las obras y reparaciones. Siempre hay clavos, no está bien pintada en su división de carriles, los señalamientos están incompletos, etcétera.

Es una carretera con sobresaturación, no hay día que no parezca prolongación del Periférico. Cada vez veo más camiones de carga y pipas de doble remolque, lo que genera mayor desgaste y riesgos para los que usamos esa vía de comunicación, no existe ninguna alternativa viable paralela y libre.

A últimas fechas hay muy poca vigilancia, lo cual se traduce en que a la orilla de la carretera, sin mayor miramiento y a todas horas, esté el narcomenudeo vendiendo; sólo hay que ver cuántas luces tipo intermitente o lámparas de petróleo a pie de carretera hay, simulando vulcanizadoras o talacherias sin que lo sean, ya que son puntos de venta de droga.

Desde que dejó de tener a su cargo la vigilancia de las carreteras la extinta Policía Federal de Caminos, las carreteras no son vigiladas. En lo particular, considero que la carretera 57 debería de ser tratada como una instalación de seguridad nacional por ser el trayecto más corto entre la Ciudad de México y la frontera con Laredo, Texas.

Sin duda, las problemáticas son muchas y el tema de la seguridad quizá tiene que ver con que la Guardia Nacional ha dejado poco a poco de lado a los experimentados policías federales de caminos, convertidos en policías federales de proximidad social y los ha remplazado por soldados-policías militares y/o guardias nacionales, quienes tienen récord en choques con pérdidas totales de patrullas (último modelo), que no saben multar, ni hacer las revisiones de forma integral a los diversos vehículos que circulamos por esa carretera.

A lo largo del año no ha pasado nada, ni cuando toman las casetas de peaje pseudo criminales, ahora es el narcomenudeo, ello sin contar la serie de infracciones de los camiones de carga y pasajeros que indebidamente circulan hasta por el carril izquierdo (alta velocidad). Y tomo el ejemplo de la carretera 57, pero quizá sirve de análisis y ejemplo para un ejercicio similar con otras como la México–Puebla, entre otras.

De forma y fondo, tanto la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, como la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, deberán de generar mejor trabajo de coordinación en beneficio de la ciudadanía; y el Gobierno de la República debería de analizar la pertinencia de la inversión y actualización del tren bala México–Querétaro, que desde la década de los 80’s está listo, para desahogar tanto el tráfico pesado como de pasajeros, ya que la saturación de la carretera es poco sostenible.

Nota al pie:

Deseo para todos los lectores un feliz y próspero 2022.

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