La pandemia del COVID-19, trajo una serie de modificaciones en nuestra forma de interactuar y lo que detonó fue que la ciencia y la tecnología se hicieran presentes para facilitar la interacción entre las personas sobre todo cuando la distancia y el confinamiento estuvieron tan presentes por tanto tiempo, ya que fueron un poco más de tres años en casa o con actividades híbridas. Parte de estos cambios, se deben a la implementación de la Inteligencia Artificial (IA).
La IA se ha convertido en un término general para referirse aplicaciones que realizan tareas complejas para las que antes eran necesaria la intervención humana, como la cinematografía, la comunicación en línea con los clientes; pero el “boom” ha sido el lanzamiento de ChatGPT; la mayoría de las empresas han buscado hacer uso de la IA con la finalidad de reducir el costo de operación según datos de expertos consultados como lo es el Instituto de evaluación de negocios (IBM por sus siglas en inglés), actualmente es tangible la disminución del 20% del costeo total aproximado de operación para las empresas.
Si bien es cierto Europa y los Estados Unidos históricamente han sido los que más impulsan el uso de las tecnologías entre ellas la IA, las empresas Latinoamericanas incrementaron un 45% el uso de la IA; y dentro el ranking de la región México ocupa el lugar número 5 en la adopción de la IA, en varios segmentos incluyendo servicios públicos relacionados con seguridad y justicia; solo por debajo de Colombia, Perú, Argentina y Brasil.
Sin duda la IA representa un gran reto para la humanidad en general; sin embargo, no todo lo que hace el ser humano puede ser sustituido por la IA, lo más importante es justo poner los límites y las reglas para su uso y aplicación, este es el gran reto para nuestros legisladores, estamos rezagados con la ciberseguridad y ahora tendremos que ver cómo se manejarán los límites de la IA que dicho sea de paso, ha avanzado muchísimo en muy poco tiempo. Si mi abuelito Poncho viviera diría: “esto es cosa del demonio”.
Quizás algunos tengan duda de cómo es que han utilizado la IA, la forma más común es tener una conversación con un “agente o ejecutivo en un chatbot”; en los últimos cuatro años se incrementó el uso de la IA en la automatización de procesos, análisis de datos, mejora la toma de decisiones, personalización, mejora de la eficacia operativa y seguridad; sobre todo en áreas de servicio, desarrollo de productos, ventas y mercadeo.
De forma y fondo, la IA puede ser algo que facilite la organización de las oficinas gubernamentales con citas programadas, con listas de requisitos para los trámites, con la gestión de formularios por parte de los usuarios, lo cual permitirá reducir los tiempos de atención y operación, puede reducir los tiempos para la toma de decisiones, lo importante es conocer los catálogos de posibilidades para que sea un facilitador de la vida cotidiana y que esto demás tenga un impacto paulatino ya que las realidades en nuestro país, no son de igualdad y facilidad de acceso a las tecnologías de la información e internet, en consecuencia, tampoco a estos mecanismos, sino tenemos una cobertura de Internet suficiente y el conocimiento básico del funcionamiento de la IA.
Hasta ahora, el uso de las diferentes aplicaciones ha sido de carácter predictivo a partir de las autorizaciones que como usuarios de las redes y el Internet van acumulando la información de cada usuario lo que implica que, existan soluciones personalizadas, basados en los datos y rutinas que compartimos de manera consciente o inconsciente en el ciberespacio y que se utiliza para la IA.
En la medida en que la IA avance en el mundo y en México deberemos tener en consideración, la inminente necesidad de contar con un mayor número de personas con una formación importante en tecnologías de la información; ya que es la demanda de estas profesiones va a incrementarse según los expertos 65%.
Nota al pie de página:
Qué en paz descanse el periodista Ricardo Rocha quién lamentablemente partera de este mundo el día de ayer, dejando un gran legado en el ejercicio de la libertad de expresión.
Mi reconocimiento a la sociedad mexiquense por haber tenido una jornada democrática con alta participación y mi felicitación para la profesora Delfina Gómez Álvarez, primer mujer electa como gobernadora del Estado de México.