En días pasados el Titular del Poder Ejecutivo Federal, dio a conocer la intención de transferir de manera integral y total a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.
Es importante hacer una breve remembranza del origen de la actual Guardia Nacional, en el 2018 se creó la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana a cargo del ahora Gobernador de Sonora, entre enero y junio del 2019, se llevó a cabo la reforma legal que dio vida a la Guardia Nacional, tanto a nivel Constitucional como de ley reglamentaria en la materia. Ambas fueron producto de una serie de acuerdos y condiciones entre los legisladores tanto el partido político en el poder como de la oposición. Una de las condiciones constitucionales es que hubiera un mando civil al frente.
Era necesario y evidente la migración de la entonces Policía Federal y la inclusión de elementos castrenses comisionados tanto por la SEDENA como por la SEMAR. El proceso fue complejo y la mayoría de los elementos de la policía federal fueron liquidados, para el 2020, los recursos y operación íntegra de la extinta Policía Federal pasaban a manos de la Guardia Nacional (GN) y debían ser administrados por la SEDENA. Lo anunciado por el Presidente de la República sólo busca que la administración, operación y organización sea integralmente manejada por la SEDENA, el problema es que no hay condiciones para volver a hacer una reforma constitucional y pues lo quiere hacer por la vía de un acuerdo con el volado en la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, lo cual ya ha ocurrido en otros tópicos como la reforma eléctrica.
El problema es, que mientras esto pasa o no, la realidad es que la delincuencia medianamente organizada hace de las suyas, la muestra es el narco terrorismo del que los medios y las redes dieron cuenta en lugares de los estados de Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Chihuahua y Baja California.
Los distintos actos que se dieron, fueron actos terroristas, pues en términos simples son para infundir miedo en la población para realizar actividades cotidianas, a través de acciones violentas, tal y como ocurrió se tomaron vehículos privados y de transporte público a través de comandos armados para después incendiarlos. Además de llegar y privar de la vida a personas civiles y desarmadas en tiendas de conveniencia que posteriormente fueron incendiadas.
De forma y fondo; debemos analizar y establecer una agenda integral que vaya más allá de una administración; hasta ahora ninguna de las estrategias de seguridad ha sido integral y permanente, en lo particular sin verdaderos auxiliares para la investigación de delitos federales no se va a avanzar en el combate a ninguna organización criminal, pues no llegan a cinco mil policías federales de investigación.
Hoy por hoy; las carreteras son tierra de Dios y de nadie, el incremento al robo de transporte de carga, se ha hecho viral en las redes; su servidora tiene más kilómetros recorridos en la autopista México – Querétaro – México que muchas patrullas de la GN, en otras entregas referí lo que poco pasaba que tomaran las casetas de este tramo carretero.
El que la GN pase a la SEDENA no es malo, lo malo es la forma que hace que el fondo se afecte igual. La ilegalidad no puede ser la base de su actuar subsecuente, más si son soldados que juran lealtad a la Patria y eso es perenne.
Nota al pie de página:
Los Estados Unidos de América, ha boletinado a más de la mitad del país como un lugar al que no hay que visitar. Los vecinos del norte, no toleran estas acciones de narco terrorismo, debemos tomar cartas en el asunto, ya, ¡si o si!