En pasadas administraciones se pretendió cambiar la imagen y percepción de la extinta Policía Judicial Federal (PJF); con el cambio democrático del 2000, el entonces presidente Vicente Fox Quezada dio la instrucción al entonces recién nombrado procurador general de la República, el General Rafael Macedo de la Concha, que se tenía que cambiar la imagen y percepción. Fue cuando entró a escena Genaro Garcia Luna, como titular del “nuevo proyecto”; es decir, la creación de la entonces Agencia Federal de Investigación (AFI).
Parte de los cambios fue el poner un uniforme de color policial (azul) en lugar del negro táctico con el escudo nacional, prohibir expresamente el uso de ropa que no fuera el uniforme táctico o traje sastre; es decir, se prohibió el vestir con pantalón de mezclilla, botas de corte vaquero, camisas con estampados, anillos y cadenas, etc., y la creación de un escudo e himno. Todo ello con el ánimo de hacer acciones de unidad y espíritu de cuerpo policial. Se dignificaron los sueldos, pues en ese entonces se tuvo un incremento de más del 10 % del sueldo y se les otorgó un seguro de gastos médicos mayores para los elementos y sus hijos. También se buscó el reclutamiento de más elementos con una capacitación especializada y diferenciada entre agentes federales de campo y de inteligencia.
Sin duda la extinta PJF, estaba muy mal acostumbrada a ocupar como métodos de investigación la tortura, lo cual ya tenía varios frentes de observancia tanto a nivel nacional como internacional. La PJF, además de dedicarse a investigar delitos, cumplimentar órdenes ministeriales y judiciales, tenía a su cargo las intervenciones tanto terrestres, como marítimas y aéreas, las cuales con el paso del tiempo, han quedado en manos del Ejército y la Marina. Y con las debidas proporciones, cada vez ello se traduce en menos incautaciones de droga, tanto en el cultivo como en el trasiego.
En el número de elementos en las épocas de la AFI, se duplicaron los agentes respecto a la PJF, llegando a ser casi 5,500 elementos. Y es a partir del 2007 que se intentó unificar a la policía federal preventiva con la AFI en la entonces Secretaria de Seguridad Pública Federal a cargo de Genaro García Luna, quien dejó huérfana a su creación la AFI. Empezando el proceso de invisibilizar a los policías federales ministeriales, ya que al ser un cuerpo ahora de investigación especializado en investigar delitos, con la representación de Interpol en México, Genaro Garcia Luna quiso quitar en ese entonces a Eduardo Medina Mora, obligando a Nicandra Castro titular de AFI a tener que intervenir en una confrontación en el comedor de AFI en las instalaciones de Moneda.
La evolución positiva de la Policía Federal Ministerial (PFM) se debía a la capacitación, la especialización, el intercambio de experiencias con homólogos de Estados Unidos de América, Francia, Alemania y España a donde acudían a capacitarse por cortos periodos. Lo cual ya no ocurre, pues incluso, hace un año se tuvo la problemática de tener demoras en los pagos de las licencias con organismos internacionales de los que el Estado Mexicano es miembro. ¿Se imaginan, estar a punto de perder la licencia de Interpol? Por citar un ejemplo de las licencias que se pueden perder, ya qué hay otras que ya se perdieron que no son de índole policial; pero si ministerial hemisférico. Sí, eso y más ha pasado con la actual administración del fiscal Gertz Manero.
De forma y fondo, la única policía de élite y especializada que le queda a México es la Policía Federal Ministerial, la cual en lo que va de esta administración ha disminuido en casi el 50 %. Sí, entre retiros voluntarios, cursos y certificaciones de competencias, se han perdido más de 1,500 elementos, al actual fiscal no ha emitido convocatoria alguna, lo que se traduce en la desaparición paulatina del servicio civil de carrera; cada vez son menos los mandos policiales canteras de la propia institución y cada vez se invisibiliza su actuación en la medida que los aeropuertos, aduanas, puertos, etc., están más a cargo de las fuerzas armadas (Sedena, Marina y Guardia Nacional).
El problema es para el Ministerio Público y los jueces; pues sobra decir, que los demás no están capacitados y no asumen el paquete completo. Sólo el tiempo y la exposición internacional en materia de seguridad darán la pauta para volver a la PFM un baluarte institucional de combate del delito.
Nota al pie de página:
El caso de tres vehículos de arrendamiento turístico originarios de Guanajuato con personas desaparecidas y con poca certeza y mucha confusión de su origen y localización, muy probablemente será otro tema de migrantes, polleros y delincuencia organizada. Habrá que ver, qué arrojan las investigaciones, las cuales deberían ser federales y no locales…