En días pasados, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) hizo dos cosas históricas para la humanidad, la primera es el aterrizaje de rover Perseverance en el planeta Marte, lo cual parecía imposible ya que esta a millones de kilómetros de la tierra. Y el segundo evento es el reconocimiento de la NASA a todo el talento latinoamericano que participó en el desarrollo científico “Perseverancia”.
La NASA, hizo una estrategia de comunicación incluyente que transmitió el evento en vivo y en español con el acompañamiento de varias personalidades del mundo de la aeronáutica, como lo es la Colombiana Diana Trujillo, Directora de vuelo de superficie, quien a las 15:56 horas del este de Estados Unidos, del 18 de febrero de 2021, nos compartió que el “rover Perseverance” toco suelo marciano.
Perseverance, de 6 ruedas, cerca de 3 metros de largo y de 1025 kgr., de inmediato tomó fotografías de alta definición de la superficie de Marte, las cuales en segundos dieron la vuelta a la tierra, la idea de llegar a Marte, es que recolecte señales de vida microbiana pasada y recolecte muestras de rocas, lo cual se busca sea devuelto a la Tierra en el 2030.
El contraste de este presente y futuro, no deja de ser un tema de reflexión, buscamos explicaciones y avances científicos en Marte, mientras que los terrícolas destruimos nuestro planeta, el calentamiento global, es un tema actual de origen de un pasado no muy lejano, que data desde la revolución industrial.
Cuando la Industria inició en la segunda mitad del siglo XVIII, se basaba en el motor movido por vapor de agua, la esencia era calentar el agua con carbón fue un progreso que contaminó muchísimo, después se transformaron los motores para ser movidos por la petroquímica, los hidrocarburos también contaminan y calientan la atmósfera en demasía, el compromiso mundial establecido en el Acuerdo de París sobre el cambio climático de 2015, es que busquemos como humanidad disminuir el calentamiento de la tierra, para mantener el equilibrio ecológico.
El calentamiento global se mantiene, y la realidad del desequilibrio se percibe en varias latitudes con fenómenos meteorológicos sin precedentes, lo mismo ha ocurrido con inundaciones que ahora con tormentas de nieve inéditas. Esto puede ser tema para otra reflexión, pues son riesgos y antagonismos externos.
Los antagonismos externos, han colocado en la agenda de Seguridad Nacional, el tema energético, pues el país vecino del norte nos cerró la llave al gas y es con lo que más se produce la energía eléctrica que los mexicanos consumimos.
Así de contratante, mientras que el vecino del norte llega a Marte, nosotros en México, debemos de regresar al desabasto de electricidad, producto del cambio climático y seguimos con la apuesta de no generar electricidad limpia y natural, hecha en México por mexicanos, tema de análisis de forma y de fondo. Eso sin hablar de la campaña de 1972 “Ayude un poco … aflojando un foco” o 2021 “Apoya un poco, apaga un foco”.
Sin duda la reforma energética, fue y sigue siendo importante, el problema fue hacer el abordaje al tema como un negocio y no como un tema de Seguridad Nacional. Quizá necesitamos asociación estratégica con empresas extranjeras, ya que, no tenemos autonomía tecnológica; pero tampoco, es como para no generar ganancias para México, como para aspirar llegar a Marte, un tema de forma y fondo.
Nota al pie de página:
Hace unos años, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), dictó una sentencia contundente respecto de dos mujeres que fueron violadas por elementos del ejército, la sentencia trajo un sin número de consecuencias, entre ellas reformas legales, a grado tal que el fuero militar se modificó a nivel constitucional para evitar con ello la impunidad. Quizá lo no aprendido del pasado, sea la futura salida y conclusión para el tema de un político con fuero, posible candidato a gobernador de un estado de la costa del Pacífico de México acusado de violación.