Las vacaciones escolares de verano de 2023 llegaron con muchas opciones cinematográficas en las salas de todos los complejos de cines. Una de las más esperadas es la película de Barbie, cuyo estreno fue el pasado 20 de julio, y ha resultado un fenómeno, ya que sólo en un día reportó en la República Mexicana ganancias equivalentes a 22.3 millones de dólares aproximadamente. Eso sin contar las palomitas y refrescos edición especial que se agotaron en menos de medio día.
La película es una producción de Warner Brothers y la fábrica de juguetes estadounidenses Mattel. El proyecto es protagonizado por la actriz Margot Robbie y el actor Ryan Gosling, y resulta un acontecimiento mundial por las reacciones que ha generado dentro y fuera de las redes sociales, aunado al tema cinematográfico y mercadológico.
La historia de Barbie es de finales de los años 50 (la posguerra) en Estados Unidos. Su creadora Ruth Handler, empresaria y diseñadora de juguetes estadounidense, nació el 4 de noviembre de 1916 y falleció el 27 de abril de 2002.
Ella es reconocida por ser la cofundadora de Mattel. La película le hace un homenaje indirectamente, pues fue muy vanguardista para la época, en dónde las muñecas sólo eran en su mayoría bebés, y a través del juego enseñaban a las niñas a ser mamás o mujeres con actividades y roles patriarcales. Ruth observó que su hija Barbara (de ahí el nombre de la muñeca) jugaba con muñecas de papel a las que vestía con recortes. Fue entonces que tuvo la idea de crear una muñeca de juguete que tuviera una figura más realista y que las niñas pudieran vestir y peinar de diferentes formas. Así nació Barbie, y fue presentada en la feria del juguete de Nueva York en 1959, siendo la muñeca más vendida en el mundo.
Además de la película de Barbie, vale la pena ver una serie documental de Netflix “The toys that made us” que permite conocer a detalle el origen de muchos juguetes con los que crecimos las generaciones nacidas en las décadas de los 60, 70, 80 y 90; la serie fue realizada en el 2019, año en que Barbie cumplía 60 años de vida, y Nathan Baynard, entonces director de mercadeo global de Barbie, refería que a pesar de la competencia cada año se venden 58 millones de ejemplares en más de 150 países.
Las redes sociales han desatado la Barbiemanía. Por un lado, la conversación entre varias generaciones se da a partir de la crítica del mundo rosa de Barbie y la confronta con el mundo real al que Barbie llega, con su eterno novio Ken, quien es sorprendido por el mundo real “machista y patriarcal” que no tiene cabida en Barbieland, el mundo rosa de Barbie en donde como la marca Mattel, siempre ha dicho que la muñeca se vende con la frase “se lo que quieras ser con Barbie” ya que la muñeca ha tenido poco más de 180 profesiones.
De forma y fondo, la película invita a la reflexión de varios temas, entre ellos la igualdad, paridad y equidad de derechos entre hombres y mujeres, que en la orbe siguen teniendo muchas diferencias, por raza, religión, cultura, etc. La marca Mattel, a través de Barbie, sin duda busca romper con el estereotipo del mundo rosa femenino y lo hace también de manera generacional.
Es interesante ver la reacción de los hombres que ven la película, pues quizá de manera indirecta los hace que reflexionan del machismo y pacto patriarcal corporativo a través del personaje de Ken; quien sin lucha ni preparación en el mundo real lo tiene todo, a diferencia de Barbie que ni en el real ni en el rosa de donde viene lo tiene tan sencillo. La sororidad femenina es otro mensaje muy potente que puede tener la película, ya que pone al centro de la discusión los derechos y libertades.
Es temporada de vacaciones, hagan actividades con sus seres queridos. Ir al cine puede ser una de ellas, o ver la serie de la historia detrás de los juguetes es otra, lo importante es que como decían mis papás se generen temas de conversación importantes para una buena sobremesa.
Nota al pie de página:
Mi reconocimiento a la alcaldesa de Iztapalapa y a la directora del INBAL, el trabajo hecho con la ópera en náhuatl del último periodo de la vida de Cuitlahuatzin es digna de una producción para presentarse en Nueva York, París o Milán.