Luis Octavio Cotero, recién cesado titular del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, desde hace dos meses busca a su hija desaparecida y asegura que la Fiscalía no le ha dado avance alguno sobre su paradero. Indira Alma Angélica Cotero Ortiz, de profesión abogada, de 37 años de edad, trabajaba en la Comisaría de Tlajomulco de Zúñiga, fue vista por última vez el lunes de 9 de julio. Presuntamente un grupo de personas bajaron de su vehículo a ella y a un hombre, desde entonces la Fiscalía no ha podido determinar la situación. “Así es, yo estoy buscando a los tipos estos (que se llevaron a mi hija), porque ahí (en la Fiscalía) no me dan ningún resultado, ya tiene dos meses y medio y no tengo una información concreta de nada”, señaló. Señaló que personal de la Fiscalía tiene temor para realizar las búsquedas de desaparecidos, en su caso y el resto de los casos en la entidad, porque temen exponerse a reacciones de los criminales. “Ojalá así (como informaron de mi destitución) sean tan eficaces para informar todo, no como lo de mi hija, que a la fecha ni una idea de nada”, aseguró. La mujer desaparecida era integrante del área jurídica de la Comisaría de Tlajomulco, y viajaba junto a Fernando Castañeda, un hombre que también es reportado como ilocalizable. Desde entonces, la Fiscalía sólo ha realizado un cateo en un domicilio de la colonia La Esperanza, en Guadalajara, el pasado 13 de julio, y clausuró el predio como parte de la indagatoria. Su padre, Luis Octavio Cotero, fue cesado de sus funciones el pasado lunes, por el caso de un tráiler que circulaba por tres municipios de Jalisco cargado con 157 cadáveres, por falta de espacio en el IJCF.