El pasado 16 de noviembre, día de la primera función de Florencia en el Amazonas en el Metropolitan Opera House de Nueva York (MET), antes de que se levantara el telón y comenzara la música, de entre el público se escuchó un fuerte grito: “¡Que viva la ópera en español!”.
Según la soprano Ailyn Pérez, quien interpreta a Florencia en la ópera del compositor mexicano Daniel Catán con con libreto de Marcela Fuentes-Berain, el grito fue aplaudido, y “pienso que liberó a todo el público… fue la liberación de poder reírse, expresarse, aplaudir, sentirse en casa, que tal vez (no se siente) en otras obras como Tosca (de Puccini) o una obra de Wagner o de Verdi”.
Florencia en el Amazonas es la primera ópera de un mexicano y la tercera cantada en español que se estrena en el MET, la casa de ópera más importante de Estados Unidos y una de las más importantes del mundo, y el próximo sábado 9 de diciembre se transmitirá en vivo en el Teatro Macedonio Alcalá de Oaxaca, el Conjunto de Artes Escénicas de Guadalajara, el Forum Cultural Guanajuato, el Auditorio Teopanzolco de Cuernavaca y el Auditorio Nacional de la CDMX.
Para la soprano Gabriella Reyes, quien interpreta a Rosalba, desde que se inició la producción del montaje, “se ha sentido un amor, un calorcito que faltaba en el MET”, dijo hoy en la conferencia de prensa organizada por el Auditorio Nacional, sobre el personal de origen latinoamericano del MET que ha adoptado la obra de Catán como propia.
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La ópera de Catán, estrenada en 1996 en la Houston Grand Opera que la había comisionado, es accesible y cercana, pues está escrita en un lenguaje neorromántico, “eso quiere decir que vas a encontrar armonías y melodías en toda la obra”, explicó Andrea Puente-Catán, viuda del compositor y custodia de su legado, aunque eso no significa que no el compositor no haya sido moderno e innovador, aclaró.
Más apasionada, Reyes, quien es de origen nicaragüense pero vivió en la Ciudad de México, Cuernavaca y Puebla, comenta que los latinoamericanos tenemos “ese calorcito… que siempre nos abrazamos, nos agarramos bien fuerte… Daniel Catán tuvo un don precioso para poder transmitir eso en su música, que ojalá ustedes lo puedan sentir también desde los cines, allá en México”.
La soprano agregó que “ese calorcito” no fue sentido sólo por el personal latinoamericano del MET, sino que gente como su ayudante de vestuario Asako, de origen japonés, le dijo “yo nunca he sentido esto” y que al bajo barítono Greer Grimsley (el Capitán) le preguntó su esposa “Oye, ¿por qué estás tan feliz? ¿Por qué llegas a casa sonriendo y riéndote? Y él dice: Ay, no sé, yo creo que es (por) estar en Florencia”.
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