La toma de posesión de Bernardo Arévalo como presidente de Guatemala vuelve a tambalearse. Este viernes, la Fiscalía del país aseguró que las elecciones que le dieron la victoria son nulas por supuestas irregularidades en la primera vuelta.
“Hubo anomalías en las actas finales de cierre de escrutinio, son nulas de pleno derecho para las elecciones de presidente, vicepresidente, diputados, corporaciones y diputados al Parlamento Centroamericano”, señaló la fiscal Augenia Morales.
Según lo dicho por Morales, las actas no fueron aprobadas por el pleno del Tribunal Suprema Electoral (TSE), lo que las hace inválidas para consignar los resultados.
Por su parte, Rafael Curruchiche, jefe de la fiscalía contra la Impunidad, dijo a medios que “toda la información que fue consignada en el acto de cierre y escrutinios en todas las juntas receptoras de votos debería de anularse”.
La Fiscalía aprovechó para señalar a Arévalo de ilegalidades en la formación de su partido, Movimiento Semilla, así como un presunto caso de lavado de dinero; motivos por lo que debería retirársele su inmunidad de presidente electo.
La noticia ha generado reacciones casi de inmediato; los partidarios del presidente electo aseguran que se trata de un nuevo intento de Consuelo Porras, fiscal general, para evitar que Arévalo, asuma el poder el 14 de enero.
Asimismo, la Organización de las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA) señaló que “el intento de anular las elecciones generales del presente año constituye la peor forma de rompimiento democrático y la consolidación de un fraude político contra la voluntad del pueblo”.
Asimismo, el nuevo intento de impedir la toma de posesión se da un día después de que miles de guatemaltecos salieron a las calles en una protesta para exigir la renuncia de la fiscal general, a quien acusan de intentar dar un golpe de Estado.
Pero no es la primera vez que la Fiscalía obstaculiza o se posiciona en contra de los resultados de las elecciones: hace pocas semanas presentó una solicitud para despojar de inmunidad a Arévalo y la vicepresidenta electa, Karin Herrera, a quienes acusa de instigar a estudiantes que ocuparon de mayo de 2022 a junio de 2023 la Universidad estatal de San Carlos.
De esta forma se busca que la exprimera dama Sandra Torres —considerada la candidata del continuismo— sea nombrada presidenta de Guatemala, pese a haber perdido los comicios.
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