Filtraciones exponen malas prácticas de Credit Suisse

8 de Marzo de 2025

Filtraciones exponen malas prácticas de Credit Suisse

El banco tenía cientos de millones de dólares para jefes de estado, funcionarios de inteligencia, empresarios sancionados y personas consideradas violadoras de derechos humanos

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Foto: Especial

Una nueva revelación deja al descubierto datos bancarios de varios clientes de Credit Suisse, entre los que hay algunas de las personas más ricas del planeta y dan pistas sobre cómo acumularon sus fortunas.

La filtración, de uno de los bancos más icónicos del mundo, está exponiendo cómo el banco tenía cientos de millones de dólares para jefes de estado; así como para funcionarios de inteligencia, empresarios sancionados y personas consideradas violadoras de derechos humanos.

Un informante dio los datos al periódico alemán Süddeutsche Zeitung que contenían más de 18 mil cuentas bancarias, que en conjunto tenían más de 100 mil millones de dólares.

El periódico compartió los datos con un grupo de periodismo sin fines de lucro, Organised Crime and Corruption Reporting Project; y otras 46 organizaciones de noticias de todo el mundo, incluido The New York Times.

Los datos cubren cuentas que estuvieron abiertas desde la década de 1940 hasta bien entrada la década de 2010, pero no cubren las operaciones actuales del banco.

Entre las personas que figuraban, con cantidades por valor de millones de dólares, el rey Abdalá II de Jordania y los dos hijos del ex dictador egipcio Hosni Mubarak.

Además, hay hijos de un jefe de inteligencia paquistaní que ayudó a canalizar miles de millones de dólares de Estados Unidos y otros países a los muyahidines en Afganistán en la década de 1980.

La filtración indica que Credit Suisse abrió cuentas y siguió sirviendo no solo a los millonarios, sino también a personas cuyos antecedentes cuestionables.

Candice Sun, portavoz del banco, dijo en un comunicado que “Credit Suisse rechaza enérgicamente las acusaciones e inferencias sobre las supuestas prácticas comerciales del banco”.

Agregó que muchas de las cuentas en la filtración se remontan a décadas atrás, a “una época en la que las leyes, las prácticas y las expectativas de las instituciones financieras eran muy diferentes de lo que son ahora”.

Afirmó que, si bien Credit Suisse no puede comentar sobre clientes específicos, muchas de las cuentas identificadas en la base de datos filtrada ya se han cerrado.

“De las cuentas activas restantes, estamos seguros de que se tomaron las debidas diligencias, revisiones y otros pasos relacionados con el control, incluidos los cierres de cuentas pendientes”, declaró.

Consideró que la filtración es “un esfuerzo concertado para desacreditar al banco y al mercado financiero suizo, que ha experimentado cambios significativos en los últimos años”.

Cabe señalar las leyes de secreto bancario que operan en Suiza ha permitido que personas que buscan esconder dinero se sirvan de ellas.

En la última década, eso convirtió a los bancos más grandes del país, especialmente a sus dos gigantes, Credit Suisse y UBS.

En 2014, Credit Suisse se declaró culpable de conspirar para ayudar a los estadounidenses a presentar declaraciones de impuestos falsas y acordó pagar multas, sanciones y restituciones por un total de 2 mil 600 millones de dólares.

Credit Suisse continuó ocultando cientos de millones de dólares para los clientes mucho después de su declaración de culpabilidad de 2014.

Como ejemplo, el banco mantenía 25 cuentas, que contenían un total de alrededor de 270 millones de dólares pertenecientes a personas acusadas de estar involucradas en una conspiración de gran alcance que rodeaba a la compañía petrolera de Venezuela.

Además, mantuvo abiertas las cuentas de un empresario de Zimbabue que fue sancionado por las autoridades estadounidenses y europeas por sus vínculos con el gobierno del presidente del país, Robert Mugabe.

Las cuentas permanecieron abiertas durante varios meses después de que se impusieran las sanciones.

Los hijos del ex presidente Hosni Mubarak de Egipto, Alaa y Gamal Mubarak, tenían un total de seis cuentas en varios momentos, incluida una en 2003 que valía 196 millones de dólares.

Con información de The New York Times