En estos tiempos en los que diversos fideicomisos han dejado de existir, no deberá sorprendernos la probable creación de nuevos fideicomisos que tendrán el propósito de darle continuidad a lo que se considera es parte del legado histórico del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Incluso en el escenario de que Claudia Sheinbaum asegure la Presidencia de la República, no ha dejado de pensarse en la importancia de “blindar” institucionalmente ciertas inversiones de tiempo y recursos que, de ser interrumpidas, correrían el riesgo de perder su viabilidad para convertirse en elefantes blancos, grandes obras realizadas con el presupuesto público que por falta de concreción acaban en el cajón de los recursos desperdiciados.
Los bien enterados nos han comentado que tocaría su turno al proyecto de Dos Bocas y al Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que se sumarían a los fideicomisos ya en proceso de aprobación destinados al Tren Maya y al Sistema Aeroportuario.