Ante la presión de Estados Unidos, la Fiscalía General de la República (FGR) busca destrabar la extradición de Rafael Caro Quintero impugnando la resolución judicial, que impide la entrega, del exlíder del cártel de Guadalajara, a las autoridades norteamericanas.
En días pasados, la jueza Abigail Ocampo Álvarez admitió a trámite un amparo para detener provisionalmente la extradición del capo, por lo que la Fiscalía interpuso un recurso para que se revise la resolución.
El caso pasará a un Tribunal Colegiado, quien decidirá si el recurso está o no fundado.
Tras la detención de Caro Quintero, se le otorgó una medida cautelar para que no sea entregado a las autoridades de EU, sin antes enfrentar un juicio de extradición, decisión que fue reafirmada por Ocampo Álvarez.
Aunque el presidente López Obrador afirmó que la captura del capo no se debió a presiones de EU, la postura de la FGR ocurre días después de recibir una llamada del fiscal general estadounidense, Merrick B. Garlnad.
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En esa llamada que Garland mantuvo con el fiscal mexicano, Alejandro Gertz Manero; además de la gratitud por la detención de Quintero, se discutió –según el Departamento de Justicia – la extradición del narcotraficante y presunto asesino del agente de la DEA, Enrique Camarena.
Pero esa no fue la única llamada de Garland a México. Días más tarde, Marcelo Ebrard informó en su cuenta de Twitter haber conversado con el fiscal de EU.
En esa plática se incluyeron las condolencias a los marinos que perdieron la vida en el operativo durante la detención de Caro Quintero, y aunque el canciller
no lo mencionó, el Departamento de Justicia confirmó que se trataron asuntos relacionados con su entrega del otro lado de la frontera.
“No son negociaciones en oscurito con nadie (...) nosotros somos un gobierno independiente, autónomo y actuamos de conformidad con nuestra constitución”, destacó Obrador al ser cuestionado por la presunta presión para detener y extraditar a Quintero.
Lo curioso es que la primera llamada entre Garland y Gertz Manero ocurrió solo tres días después de que el juez Francisco Reséndiz emitiera la medida cautelar para frenar la extradición de Caro Quintero. Con o sin presión, su entrega se resolverá en un juicio. EJ
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