A tres años del arranque de su negocio de fertilizantes, Pemex sigue teniendo pérdidas millonarias, que en la primera mitad de este año llegaron a más de 3 mil millones de pesos. Petróleos mexicanos indicó que en los primeros seis meses de 2018 tuvo una pérdida neta de 3 mil 337 millones de pesos, 281% más que los 874 millones reportados en 2017. Estos números fueron producto de que el costo de producción llego a los 5 mil 566 millones de pesos, contra los 2 mil 822 millones de pesos que se vendieron. La administración actual de Pemex dio inicio a la producción y venta de fertilizantes en septiembre de 2015 después de la adquisición de dos empresas: Fertinal y Agro Nitrogenados, que pasaron a llamarse ProAgroindustria, y la suma de sus plantas de Cosoleacaque, Veracruz. La empresa sostuvo que su empresa al iniciar este negocio era atender el 75% de la demanda nacional y sustituir las importaciones hechas por México por 400 millones de dólares. No obstante, las plantas en Cosoleacaque han presentado una producción a la baja y la de ProAgroindustria arrancó actividades hasta este año, cuando estaba programado que lo hiciera a finales de 2017. De acuerdo con información de Reforma, la Auditoría Superior de la Federación indicó que hasta abril de este año no se había reportado producción. Además, la producción de fertilizantes de Pemex ha registrado una caída del 39%, que pasó de 2.1 millones de toneladas en 2012 a 1.3 millones en 2017 entre amoniaco y anhídrido carbónico, de acuerdo con cifras del anuario de 2017. Por ello, Pemex barajó la posibilidad de vender este negocio e incluso repartió un documento con el apoyo de la firma suiza de servicios financieros UBS. De acuerdo con fuentes de la industria, hubo acercamientos con algunas compañías, pero la compra no se concretó. Luis Labardini, socio de Marcos y Asociados, explicó que desde un inicio no se tuvo claro por qué Pemex entró al negocio de fertilizantes y compró plantas que no estaban en buen estado. “La participación de Pemex en el sector de fertilizantes es muy cuestionable porque no es parte de su negocio fundamental que está en la exploración y explotación de petróleo”, comentó. Además ha dedicado una gran inversión para la rehabilitación de plantas, por lo que en estos años no ha podido participar competitivamente en el negocio. A México llegan fertilizantes de Rusia y Alaska con precios muy competitivos, por lo que se trata de un negocio complicado. La próxima Administración deberá pensar cuál será su estrategia con el fin de crear valor e incluso considerar vender la empresa de fertilizantes. (Con información de Reforma). DC