El suizo Roger Federer venció al alemán Alexander Zverev, en el duelo disputado está noche en la Plaza de Toros México, lo que significa el segundo triunfo para él en su gira por Latinoamerica.
Federer hizo su cuarta parada en su gira por América Latina en México, país que fue testigo de un partido de exhibición del mejor tenista de la historia, en el cual resultó vencedor en tres sets de 3-6, 6-4 y 6-2.
La gente enloquecía por admirar el tenis del helvético, no podían esperar por verlo en acción, tanto que se impacientaron en el show musical que se presentó al finalizar el duelo de dobles.
Dos mexicanos, Santiago González y Miguel Ángel Reyes-Varela, fueron los encargados de abrir la cartelera denominada “The Greatest Match”, donde vencieron a la pareja estadunidense de los hermanos Bob y Mike Bryan, para dejar “calientito” el terreno de juego para la aparición estelar del suizo.
El momento llegó, la gente se emocionó con la aparición, primero, de Zverev, que ánimo a la gente al portar una playera de la selección
mexicana de futbol,
con el dorsal “8" y el apellido del alemán, para después desbordar con Roger Federer.
Los tenistas comenzaron con un calentamiento en el campo, para después comenzar con el histórico partido, que rompió récord de asistencia, al reunir a 42 mil 517 asistentes.
Pese a que la gente aclamaba los puntos que hacía el suizo, Zverev se embolsó el primer set, gracias a un segundo quiebre que concedió Federer.
Las cosas se complicaron un poco para el jugador de 22 años en el segundo, pues prácticamente le regaló el saque al número tres del mundo y, aunque le devolvió el favor en el siguiente punto, al final, el “expreso suizo” se hizo con el parcial, para decretar el tercero y definitivo.
El último set comenzó muy rápido, pues cada uno defendió su primer turno al saque, pero “Su Majestad” quebró el segundo saque de “Sascha” y aunque este estuvo a punto de regresarle lo perdido, otra vez Federer sacó el colmillo para doblegar a su rival.
Finalmente, Roger Federer se despidió del público mexicano portando un sombrero de charro, con el aplauso enorme de sus seguidores, quienes desean que algún día regrese a tierra “azteca” para seguir apreciando su juego.
