El FBI puso en marcha la orden dada por el presidente Donald Trump sobre una nueva investigación a Brett Kavanaugh, su nominado para la Corte Suprema, al empezar a interrogar a algunos antiguos excompañeros suyos para determinar si las acusaciones de abuso sexual contra el magistrado son ciertas. Los agentes ya contactaron a Deborah Ramirez, quien acusa a Kavanaugh de conducta sexual inapropiada cuando eran ambos estudiantes en la Universidad de Yale. Ramírez, de 53 años y originaria de Puerto Rico, afirmó que Kavanaugh se descubrió la entrepierna, le colocó el pene en el rostro, y la forzó a tocarlo sin su consentimiento mientras ella estaba en el piso tras haber bebido en exceso en una fiesta en dicha escuela. John Clune, abogado de Ramírez, dijo que los agentes pidieron entrevistarla y ella aceptó. Trump instruyó al FBI reabrir la investigación sobre Kavanaugh luego de que varias mujeres lo acusaron de conducta ofensiva, señalamientos que él rechazó, y señaló que la indagatoria debe realizarse en menos de una semana. Ante esta situación, el Senado de EU aceptó postergar una semana la votación final sobre la confirmación de Kavanaugh a la Corte Suprema para darle tiempo al FBI de concluir su investigación, después de que con 11 votos a favor y 10 en contra, la Comisión Judicial del Senado decidiera el viernes pasar el nombramiento del juez a votación ante el pleno de la Cámara alta. El senador republicano Jeff Flake, pidió que el voto final se retrase hasta que se realice una investigación policial sobre las acusaciones contra el juez. “Este país está siendo destrozado (...) y tenemos que asegurarnos de que sigamos el debido proceso aquí”, agregó. La Comisión explicó que la indagatoria se debe limitar a “denuncias creíbles hechas en el pasado reciente”. (Con información de AP y AFP). DC ES DE INTERÉS: