El 9 de octubre Rodrigo René Balderas Camarena tuvo un altercado con un hombre en un bar de Tulum a quien le molestó que bailara con “su mujer”; un día después, el joven de 36 años, originario de la Ciudad de México, fue reportado como desaparecido.
René trabajaba como subgerente del hotel Acinte by Endémico, en el centro de la ciudad, pero la noche del 10 de octubre no llegó a cubrir su turno, el cual empezaba a las 11 de la noche.
Esa mañana del 10 de octubre, Ricardo, el compañero de cuarto de René, lo vio regresar a su domicilio en la colonia Sunyaxchen, quien le dijo que saldría con sus amigos y después iría a trabajar.
Por la tarde, alrededor de las 17:00 horas, los vecinos de René lo vieron tomar su bicicleta y salir con rumbo desconocido. Desde entonces se desconoce su paradero.
Desde el hotel Acinte by Endémico avisaron a Ricardo que René tenía varios días sin presentarse a trabajar, quien después de buscarlo sin éxito en hospitales, delegaciones, funerarios y en el Servicio Médico Forense de Tulum, avisó a los padres de su compañero.
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René tenía previsto viajar a la Ciudad de México de vacaciones con sus padres, el vuelo estaba reservado para el 13 de octubre, pero tuvo que ser su familia la que se trasladó hasta Quintana Roo para buscar a su hijo.
Rebeca, madre de René, contó a La Verdad Noticias, que su hijo llevaba puesta una bermuda y una playera roja, cuando salió con nada más que su bicicleta y su celular: “sospechamos que sí tenía la intención de regresar e ir a su trabajó”.
Después de levantar la denuncia por desaparición ante la Fiscalía General de Justicia del Estado, las autoridades emitieron una ficha de búsqueda y sus familiares la han compartido en diversas redes sociales para que alguien les dé informes de él, aún sin éxito.
Para el jueves, ya habían pasado tres días desde su desaparición, los padres de René solicitaron a una amiga llamar al teléfono de su hijo: entraba la llamada y después colgaban; algo similar pasó con los mensajes de WhatsApp que enviaron, llegaron, pero nunca se tiñeron de azul (señal de visto).
La FGE ya solicitó la sábana de llamadas de René, pero las investigaciones no han pasado de ahí. Su madre dice estar paciente y esperar a que hagan su trabajo, pero reconoce que ya pasó mucho tiempo y comienzan a desesperarse.
Respecto al altercado que su hijo tuvo la noche previa a su desaparición, dijeron no creer que esté relacionado; por el contrario, piden que las autoridades investiguen a sus amigos, un grupo de estadounidenses de los que poco saben y con quienes René se reuniría esa tarde del lunes 10 de octubre.
Rebeca recuerda que su hijo no pretendía quedarse en Tulum; tenía un trabajo en una filial del hotel Acinte by Endémico y esperaba regresar a la capital del país, pero le ofrecieron un mejor puesto y decidió alargar su estadía.
“Un hombre amigable, amable, amistoso y generoso (...) a todos ayudaba”, así lo describe su madre, que sigue esperando tener noticias de él.
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