Siguiendo en el mismo estado, resulta que donde no se la están pasando bien es en el Congreso local, pues dicen los bien enterados que al escritorio del presidente de la Jucopo, Enrique Laviada Cirerol, llegó un oficio firmado por Ana Luisa del Muro García, diputada del Partido del Trabajo, en el que comunicaba sobre varios delitos al interior de la Legislatura, entre ellos la falsificación de documentos, robo, administración fraudulenta, ejercicio indebido de la función pública, peculado, entre otros.
La legisladora, presidenta del Órgano de Administración y Finanzas, señaló al director de Administración y Finanzas de la LXIV Legislatura, quien acudía diario al Congreso para solicitar la firma de cheques, órdenes de pago, compras y movimientos internos de cuentas.
Lo insólito es que ninguno de los diputados a quienes se les informó se negó a levantar un acta por este hecho. ¡Órale!