Facebook y el gobierno de Australia miden fuerzas. La plataforma digital anunció que bloqueará la publicación de contenidos informativos en ese país como respuesta a una iniciativa de ley que obligaría a las redes a pagar a los editores por el derecho a usar sus contenidos y así proteger el
trabajo periodístico.
“Australia está redactando una nueva regulación que malinterpreta la dinámica de Internet y dañará a las mismas organizaciones de noticias que el gobierno está tratando de proteger. Suponiendo que este borrador de código se convierta en ley, dejaremos a regañadientes de permitir que los editores y las personas en Australia compartan noticias locales e internacionales en Facebook e Instagram”, apuntó en un comunicado Will Easton, director general de Facebook Australia y Nueva Zelanda.
Este es un nuevo episodio en la confrontación entre el gobierno australiano y las plataformas digitales que inició hace unos meses, y que ahora se intensificó porque la iniciativa de ley se presentará a finales de mes y obligaría a las plataformas a compensar a los editores por publicar total o parcialmente sus contenidos. También les exige compartir cualquier cambio en sus algoritmos de recomendación de noticias que pudieran afectar la forma en que se encuentra el contenido informativo en sus buscadores.
En la plataforma de Twitter se viralizó la etiqueta #DeleteFacebook como un boicot a la plataforma que adoptó dicha postura, y porque se rehúsa a pagar el contenido de los editores. Los usuarios acusan que la decisión atenta contra el derecho a la información.
La polémica por la nueva regulación no sólo ha tocado a Facebook; Google explicó que de aprobarse el nuevo código, los haría eliminar el sistema de búsqueda de la noche a la mañana. Es decir, ya no existiría el apartado de noticias que muestra el sitio.
La regulación “obligaría a Google a pagar por enlaces a ciertos editores, a pesar del valor que ya reciben en el tráfico de usuarios gratuito”, apuntó el gigante tecnológico.
Por otra parte, la Revista de Periodismo de la Universidad de Columbia expuso que la legislación australiana es una versión más estricta de leyes similares basadas en derechos de autor que se han promulgado durante los últimos años en países como Francia y Alemania.