Casi un tercio de las especies de tiburones, rayas y quimeras de los océanos se encuentra en grave peligro de extinción debido a prácticas relacionadas con la industria pesquera, que no sólo los caza indiscriminadamente, también altera los ecosistemas naturales de estas criaturas para favorecer granjas de camarones y otros mariscos.
Entre las especies amenazadas se encuentran los grandes blancos, los cabeza de martillo, los tigre y los areneros. De hecho el 75% de los tiburones y rayas costeras se encuentran en peligro gradual, mientras que este porcentaje se dispara por encima de los 85 puntos en las regiones tropicales, en donde las flotas pesqueras han acabado con estos animales.
Un estudio reciente descubrió que de las mil 199 especies de tiburones y rayas que existen, el 32.5% está dentro de alguna categoría de riesgo, y de seguir con una tendencia similar se podría acabar con estos animales en los próximos años, lo que según los autores del informe “pondría fin a un reinado de 420 millones de años de estas criaturas sobre los océanos”.
Estas cifras demuestran que los tiburones, rayas y quimeras se han convertido en el segundo grupo de vertebrados con mayor peligro de extinción sólo detrás de los anfibios, lo que debería influir en las determinaciones que se tomen en la próxima Conferencia de las Partes (COP) respecto a la conservación de estos animales.
Los escualos más grandes son las que se encuentran en mayor peligro, debido a que requieren mucho más tiempo para crecer y tiene pocas crías, por lo que una gran cantidad de expertos han exigido que este tipo de tiburones sean incluidos en las listas de protección que prohíben su pesca, así como una serie de medidas que limiten esta práctica incluso para especies más pequeñas o menos valiosas.