#ExpresoDeCabaret | “La música transforma vidas”: Edith Ruiz

30 de Noviembre de 2024

#ExpresoDeCabaret | “La música transforma vidas”: Edith Ruiz

Su pasión por el piano y la enseñanza musical la han colocado como una de las mejores ejecutantes del país, y su nominación de la Academia Latina de Artes y Ciencias
de la Grabación lo demuestra

maaguilar@ejecentral.com.mx

Desde los cuatro años Edith Ruiz entregó su vida a la música y esta profesión le ha entregado los mejores momentos. Uno de los más grandes es la nominación al Grammy Latino tras la publicación de su disco Árboles de Vidrio, y mientras espera el veredicto, comparte su pasión con decenas de niños, jóvenes y adultos.

¿Cuáles son las limitantes que te has encontrado en tu carrera musical?

—Muchas personas creen que para tocar se debe tener manos grandes, pero no es así, hay muchos grandes pianistas en la historia que han sido de manos pequeñas, entonces digamos que solamente es como un mito que se cree que sea una limitante. En la música siempre hay retos, no es sencillo, es gratificante y maravillosa, pero la música no es sencilla, requiere de mucho trabajo y de mucha disciplina, de muchos sacrificios porque requiere mucho tiempo.

¿Cómo inicias en el mundo del piano?

—Yo inicié en el piano a los cuatro años, fue cuando comencé a estudiar; yo creo que sería por ahí de la secundaria cuando decidí que lo iba a hacer ya de manera profesional y ya, después de eso me fui a la Escuela Nacional de Música de la UNAM, pero tomé clases de música desde los cuatro años.

De no ser piano, ¿qué instrumento sería el favorito de Edith?

—Alguna vez intenté tomar clases de violín, pero creo que el chelo, sí, el chelo me gusta. (...) Muchas veces a los músicos nos preguntan: “¿Cuántos instrumentos tocas?”, pero si supieran qué difícil es aprender a tocar uno bien. A veces uno prueba otras cosas por diversión, ¿verdad?, pero de aprender a tocar, no.

¿Qué significa para ti Árboles de Vidrio?

—Es un proyecto muy importante. Es el primer disco en el que toco yo como solista. He grabado otras cosas con otros colegas, pero este es el primero que saco donde toco yo sola todo el disco, por ese lado es muy significativo y también es muy significativo porque es parte de una serie de discos que, creo, son muy importantes, que es la serie de solistas Onix Ensamble. El quinteto en el que participo se llama Onix. Hace un par de años iniciamos con este proyecto en el que cada miembro del grupo está grabando un disco en solista, con su instrumento.Entonces creo que es parte de un proyecto muy bonito, muy importante y muy significativo.

¿En qué piensas cuando escuchas Grammy Latino?

—Primero me da mucha emoción, es una cosa que yo no esperaba, de verdad una sorpresa muy bonita. Sobre todo pienso en toda la gente que ha estado involucrada en este proyecto, asociaciones como Fonca, Onix, la Universidad de Colorado donde grabé, las personas que me apoyaron con el diseño, con el programa, los compositores, la música que grabé de verdad todas son maravillosas. Si nos llevamos el Grammy, pues es un premio para todos y si no nos lo llevamos, la simple nominación es un reconocimiento a la calidad y, sobre todo, a la buena voluntad de trabajo de muchas personas.

¿Qué es para ti Arte Cúbico?

—Ese es otro proyecto que tengo; hay muchas cosas que yo hago. Soy profesora de tiempo completo en la UNAM, pianista de la Orquesta Sinfónica de Minería, pianista de Onix Ensamble. Vaya, hay muchos proyectos que tengo y este es uno de ellos.

Tengo un estudio musical, una escuela de música al norte de la Ciudad (de México), donde creemos que la música puede transformar vidas y mejorar la sociedad. Estamos aquí dando clases de música a todas las edades, desde niños hasta abuelitos. Este es un proyecto muy personal que quiero mucho y que va de la mano con mis ideales y educación, como también soy maestra de la UNAM, es muy importante la parte educativa para mí.

¿Qué te gusta más, ser músico o ser profesora de música?

—El equilibrio que tengo en mi vida profesional en este momento que es ideal, que lo disfruto mucho, paso buena parte de mi tiempo tocando, en escenarios, conciertos; y otra buena parte de mi vida me la paso como docente, enseñando a todos los niveles y la verdad es que disfruto muchísimo ambas cosas y, más bien, creo que lo que me gusta es el equilibrio de tener las dos en mi vida.