Disfrutar las cosas chiquitas de la vida, ahí está la carnita”, Diego Herrera
Para el músico, fundador de la emblemática banda mexicana Caifanes, la felicidad consiste en "estar en paz" con uno mismo y lo que nos rodea. De ahí parten muchas cosas como el perdón, contó el también productor y compositor.
Para “soltar” energía juega tenis o corre, pero lo que realmente le ha traído felicidad a Diego Herrera, fundador de la banda Caifanes, ha sido simplemente estar en paz con él mismo, y todo lo que lo rodea. Y aunque reconoce que la pandemia fue un alto en seco para muchas cosas, incluyendo los conciertos, no fue muy diferente a su cotidianidad: “soy bastante ermitaño, cuando no estamos en tocadas y cosas estoy bastante encerrado, estudiando música, componiendo, leyendo”.
En entrevista con ejecentral, el también productor y compositor multinstrumentista habló sobre el futuro de Caifanes y las nuevas canciones que trae entre manos el ahora trío, entre las que promocionan actualmente Sólo eres tú.
Convencido de que a casi cuatro décadas del surgimiento de Caifanes no tienen por qué complacer a nadie con su música, el autor de Música en silencio, cuya salida en 2013 le implicó “un exorcismo que necesitaba hacer”, dejó en claro: “Nos satisfacemos a nosotros mismos en el momento en el que nosotros decimos: esto suena chido”.
Pasar de tocar frente a autos, después a unos palcos muy reducidos, ¿cómo fue el reencuentro con la gente en los conciertos otra vez?
Alucinante, digo, esos fueron raros, los (conciertos) de los coches y los de los palcos en unos como corralitos, eran seis personas en un corralito y a un metro estaba otro así, eso se acercaba un poco más a la realidad, aunque no tenías ni la mitad de la gente que cabe. Empezamos el año pasado, el último trimestre estuvimos en Estados Unidos, iban más adelantados con el tema de las vacunas, empezaron a abrir más rápido, entonces hicimos como unos 10 o 15 conciertos en diferentes lugares y pues chido. Como con el miedo todavía, pero hemos sido cuidadosos y llevamos esas tocadas, más la de los coches.
“Y ahora ya hicimos un Palacio (de los Deportes) ya ahora sí completamente normal y pues chidísimo o sea con muy buen sabor de boca, teníamos ganas de tocar, teníamos ganas de reconectar con la gente y toda esa sensación es muy fuerte. Al final sí te das cuenta de que uno aprecia lo que no tiene, pues, más bien le das valor a lo que tienes cuando lo pierdes de alguna manera”.
¿Cómo te impacto, en lo personal y lo profesional, estos primeros años de Covid?
Yo creo que como a todo el mundo, ratos buenos, ratos malos, bajones, blackouts, de repente me hablas de los años y estoy perdido, no acabo de agarrar la onda de las fechas o sea como que fue un periodo raro. No muy ajeno de repente a una parte de mi vida, porque yo soy bastante ermitaño, me encierro en el estudio, me pongo a leer, me gusta mucho leer. Cuando no estamos en tocadas y cosas estoy bastante encerrado, estudiando música, componiendo, leyendo, o sea como que soy bastante clavado, pues, no es de que ando yo por todos lados.
“Pero bueno, sí, de repente tuvimos que parar en seco y si le buscamos un lado positivo, creo que fue importante en un momento confrontar con uno mismo, confrontar con tu vida, con tu relación, con tu familia, con tu trabajo, con todo ¿no? y creo que eso fue positivo para todos.
Y en esa búsqueda de lo positivo, ¿qué te trae paz? ¿cómo te liberas?
El tenis me gusta mucho, me encanta o correr. Corro también, eso afloja, suelta mucha energía. Y estar en paz, con gente, con cosas, o sea yo creo que la felicidad tiene que ver con eso, con estar en paz y de ahí parten muchas cosas de, del perdón y esas ondas. Dicen que el perdón es mucho más beneficio para el que lo otorga que para el que lo recibe.
Pero no es un camino fácil…
No, yo creo que no, es muy fácil en un sentido, pero se trata como de desaprender mucho de lo que hemos aprendido y de tratarnos bien, a uno mismo y la exigencia que tienes contigo y tus papás que te dicen que te tienes que romper la madre… Uta, cuando te das cuenta tienes 65 años, cabrón, y estas en esas. Es como desaprender un poco lo aprendido y funcionar desde ahí.
Este tiempo trajo consigo también una lista de ocho canciones nuevas de Caifanes, según han revelado ustedes, pero ¿hacia dónde van?
Te diría que no sabemos. No sabemos. Bueno, al menos yo no lo he hablado con ellos (Saúl Hernández y Alfonso André), no hemos dicho: ‘wey vámonos por este camino y vamos a hacer una cosa política, pero que tenga que ver con la onda ecológica’, no. Realmente cuando te platicaba de esta gira del año pasado, nos juntamos para empezar a ensayar después de dos años, a amarrar, ver qué vamos a tocar, en fin, una semana de ensayos, clavados para sonar chido.
“Y ahí empezaron a salir ideas y empezaron a salir varias, y después de eso dijimos hay cosas que están padres; entonces hagamos unos ensayos exprofeso para componer y empezamos a presentar ideas, todos, hay unas ideas colectivas, unas ideas de palomazo entre varios, hay varias rolas de Saúl, yo tengo un par, más o menos así está la onda. Y no, no, o sea uno no puede meter a la canasta de todo lo que trae atrás, y lo que la gente está esperando y lo que debería de sonar Caifanes en el 2022. Yo creo es mucho más”.
-Entonces Heridos (2019) y ahora Sólo eres tú ¿son parte aún de un rompecabezas?
Yo de repente empecé a oír la rola, empecé a oír ban ban ban que tocaba el riff Saúl y decía, ‘ah pues mira a ver qué juego le puedo hacer ahí’. Fue algo que nace más de estar escuchando, de estar palomeando. Entonces, no hay una cosa racional, probablemente en las letras pueda haberla, pero estamos buscado ideas que nos gusten, yo creo al final todo lo que uno lee, lo que uno ve, lo que escucha se va procesando y en el momento de la creatividad ¡Pum! Surge ahí de repente con ideas y a mí muchos de los arreglos y de las ideas que se me ocurre tocar pues son de estar escuchando.
“Creo que obedece más a eso, digo es Caifanes, pero ahorita hay tres rolas por allí, una que ya está fuera que es “Sólo eres tú”; otra que es más tranquila, mucho más ambient; una tercera que es de aquellas épocas fue compuesta hace 25 años o algo así, 30. Una rola de Saúl.
¿Sabías que? Diego Herrera ha compuesto música para cortometrajes, teatro, publicidad y más de 20 películas entre ellas De la calle, para la cinta del mismo nombre.
¿Y serán un álbum?, es la gran incógnita
¡Híjole! Estaría bueno, mira no sabemos, nosotros somos de la época, como tú lo sabes, del vinilo y el casete. Nosotros a lo que sabíamos hacer o lo que sabemos es hacer, lo que hicimos en nuestra primera era, va… necesito para el 20 de mayo un disco con 12 rolas a ver cómo le haces y ¡pum! a darle. Ahora, sí, es padre, a mí me gusta mucho más la idea de un vinilo, de un álbum, no es un vinilo necesariamente sino un álbum que incluye una cantidad de rolas que te responden a un concepto, a un arte en específico, como que sí hay una cosa que engloba ¿no?
Pero no se les puede satisfacer a todos
Nos satisfacemos a nosotros mismos en el momento en el que nosotros decimos: ‘esto suena chido, cabrón, y me gustó lo que hiciste tú y me gustó lo que hiciste tú y creo que ensambla muy padre y ahí es cuando’. Y lo hicimos otras veces, varias, esto está caminando bien, esto tiene buena vibra o tiene buena energía. Entonces más bien es por ahí y sí puede ser medio egoísta, pero es como hay que pensar yo creo. Primero porque duermes tranquilo, estás feliz de lo que hiciste, número uno; y si yo empiezo a pensar en qué quiere escuchar la gente o en las tendencias musicales, no voy a hacer ni lo que yo quiero, ni lo que tú quieres ni lo que las tendencias son, porque nosotros no somos de ese estilo de música.
“Entonces, pasamos por un poco de eso y hacemos música como se nos ocurra y con los elementos que tenemos y con la tecnología que tenemos. Es más bien como echar mano de lo que hay y vamos a usarlo. Y de alguna manera dejamos para la gente que catalogue y que nos ponga etiquetas”.
Regresando a la nostalgia ¿Cuál sería la canción(es) más emblemática y la que te haya costado más consolidar?
Hay varias, varias me costaron trabajo a la hora de trabajar con el primer disco; por ejemplo, hay algunas que nos costaban trabajo. ¡Sombras! Sombras me parece una rola uff.. Sombras en Tiempos Perdidos para mí es como… representa muchas cosas de dónde estábamos, además que me parece una canción bellísima, armónicamente es alucinante , la melodía es muy bonita; tengo un solo de sax largo ya al final que me gusta mucho tocar. Esa, esa.
¿La sigues disfrutando?
Sí. Está ligada a muchos sucesos que hubo en ese momento y a cuestiones que sucedieron en la banda en ese momento que a mí me deja como un muy buen recuerdo de boca. El Silencio también es que se me confunden luego los discos, pero de ahí también me acuerdo de buenas cosas. Digo Amanece es mía, pues, se ha convertido en una cosa… ‘Nunca nadie nos podrá parar’, entonces, hay muchas historias alrededor, pero tampoco, bueno yo no sé las demás bandas, pero yo rara vez escucho un disco de Caifanes, vaya nunca lo pongo, la verdad, porque digo ¿no? Uno los ha trabajado tanto de repente en la composición, en la mezcla, en la grabación y de repente dices ‘ufff no quiero saber de él’.
¿Y qué escuchas, a quiénes sueles recurrir de cabecera?
Hay un personaje islandés que se llama Ólafur Arnalds. Muy chido cabrón. Es que es como la nueva música clásica o algo así; Max Richter también es otro inglés clásico; Peter Gabriel (...) aunque ahora que lo digo hace mucho que no lo pongo, hace mucho que no lo escucho, además nació el mismo día que yo, pero con 10 años de diferencia.
“Pero he estado más por ese lado y mucho jazz, fíjate… Coleman, Ornette Coleman, por supuesto Coltrane; Desmond me gusta mucho, como estoy estudiando sax, pues me he metido mucho a escuchar eso. Estoy mucho más metido en el jazz, en la música clásica, en el rock, bueno de ahí vengo de hecho, siempre me ha gustado mucho. La salsa me gusta mucho también, creo que es una música muy rica, armónicamente, melódicamente, los juegos, es impresionante el ensamble percutivo como crea esa locomotora, o sea es una cosa muy bonita; y los metales, y el jicamo, el tumbao, no, no maestro esas son palabras mayores”.
¿Y qué tal eres para bailarla?
Malísimo. Yo por eso soy músico, cabrón, para tocar arriba y que bailen allá abajo. Yo tocaba, wey, yo tocaba así, tocaba mis pasitos con mi traje de olanes aquí la chingada, con los otros weyes haciendo pasitos, sí, digo, eso me salía ahí más o menos, pero bailar así en la pista soy fatal, fatal, fatal, no sé algo pasa con el ritmo que se me cuatrapea.
¿Ha pasado por tu mente cómo quieres que sea el “silencio” de los Caifanes? ¿Llegará ese día?
Yo estoy muy contento, maestro, muy contento, dicen que hay que pensar en la muerte para valorar la vida y claro, claro que sí. Uno da por hecho, y bueno esa es otra de las enseñanzas de la pandemia ¿no? Uno cree que no hay pedo, y puta de repente dices no mames este wey y tal otro brother se murió y ¡Ay cabrón! Eso no me llega y pus sí te llega, esto empieza cada vez más cerca y dices ¡guau!
“El truco está en disfrutar las cosas chiquitas de la vida, ahí es donde está la carnita. Tenía un maestro que decía que, si te haces grande, no sé, si te crees muy acá, te pierdes de todo lo que está pasando acá abajo. Te haces muy grande y te pierdes de las cosas chiquitas de la vida que son las que verdaderamente rifan en un momento dado”.
Vivir y disfrutar el momento, mejor…
La verdad que me siento muy satisfecho con todo lo que he hecho y con todo lo que está sucediendo y si sigue sucediendo de esta manera está poca madre y si sucediera de otra, pues también, uno se va adaptando, pero al final estoy muy agradecido con todo lo que ha sucedido en mi vida.
“Somos afortunadísimos, tenemos una suerte bestial de estar haciendo lo que estamos haciendo, de poder vivir de lo que te gusta eso ya es una ventaja ¡enorme!, que tenemos muy pocos eventualmente y a la vez pienso que eso es lo que habría que buscar más. Ver este asunto que decían que ojalá que te guste tu trabajo, y si no te gusta ojalá aprendas a que te guste porque es lo importante entregarte ahí y echarle todo el corazón porque es de la forma que puede trascender, yo creo, cualquier trabajo”.
Tenía un maestro que decía que, si te haces grande, no sé, si te crees muy acá, te pierdes de todo lo que está pasando acá abajo. Te haces muy grande y te pierdes de las cosas chiquitas de la vida que son las que verdaderamente rifan en un momento dado.